Si hay algo en lo que el Oviedo de los últimos años es experto, es en vivir en el alambre. Pasearse cerca del precipicio es para el oviedismo algo así como el café y el pincho del mediodía. Pura rutina. Un club que se ha salvado de la desaparición en un par de ocasiones no debe temer en exceso a una peligrosa situación en la clasificación. A los futbolistas que llegan a Oviedo les suele costar más de la cuenta entender esta filosofía de vida en la que se pasa del blanco al negro en cuestión de horas. Héroe o villano en base a un resultado. Por eso, las campañas del Oviedo de los últimos años suelen mejorar en el último mes de competición, cuando se han asumido las reglas del juego.

Ayer, el Oviedo viajaba a Ferrol con la necesidad acuciante de conquistar los tres puntos. Todo lo que no fuera ganar sería sinónimo de fracaso. La estrecha cornisa, de nuevo. En semejante escenario, los de Robles despacharon uno de los partidos más serios de la temporada, con orden y rigor defensivo y atentos a cualquier migaja en ataque. Fue suficiente para imponerse (0-1) y certificar que el equipo sigue vivo, aun con el agua al cuello, a tres jornadas del final. El precipicio debe esperar.

Como un síntoma de pura supervivencia el Oviedo se agarra a las últimas opciones que le concede el campeonato para seguir con vida. Los azules salieron a A Malata intentando hacer memoria de una lección aprendida, la que recitó el día del Guijuelo en el Tartiere. Aquel encuentro pasa por la mejor puesta en escena de los azules en la etapa de Robles. Quizás la más lustrosa también de la temporada. Las claves, aquella tarde, se centraron en la capacidad defensiva: una presión alta e intensidad para detectar el mínimo error y transformarlo en una ocasión. Aunque parezca sencillo así explicado, no es una fórmula de fácil ejecución.

Para que ese sistema funcione también se necesita de la otra parte. El Guijuelo tiene un estilo tan marcado que por momentos se comportó de forma temeraria. El Racing de Ferrol también hace una apuesta firme por la construcción de la jugada desde atrás pero, por circunstancias de la tabla o por creencias propias, ayer no expuso. Resulta lógico, por otra parte.

Mackaay (1); Comesaña (1), Antonio (1), Pérez (1), Pumar (1); Iván Forte (1), Dani Rodríguez (1);

Marcos Álvarez (1), Pablo Rey (1), Diego Vela (2);

Manu Barreira (1).

Cambios: Víctor Vázquez (1) por Pérez (min. 74);

Jorge Rodríguez (1) por Diego Vela (min. 74),

0-1

Susaeta (min. 68)

Pol (1);

Álvaro (2), Pardo (2), David Fdez. (2), Sergio Rguez. (2); Héctor Simón (1), Erice (3), Annunziata (1);

Susaeta (2), Sergio García (2), Señé (1);

Cambios: Iván Rubio (2) por Álvaro (min. 49);

Salva Rivas (s. c.) por Héctor Simón (min. 81), y

Cervero (s. c.) por Sergio García (min. 88).

Árbitro: Vicente Gil Coscollá (valenciano). Amonestó a los locales Barreiro, Iván Forte, Diego Vela y Marcos Álvarez, y a los visitantes Pardo y Erice.

Incidencias: Partido disputado en A Malata ante 4.000 espectadores, con presencia de seguidores azules en las gradas.

FERROL - - - OVIEDO

Tiros a puerta

(1 fuera)

Faltas sancionadas

Fueras de juego

Saques de esquina

(4 fuera)