El asunto tenía tan mala pinta que alguien desde la caseta tuvo la idea de no hacer caso al calendario. El Oviedo había dicho adiós a las posibilidades de quedar primero, el objetivo marcado en un principio, y fue Robles el que lideró un cambio de discurso. Con el agua al cuello y la situación al borde del colapso, el Oviedo decidió asumir la idea de no levantar la vista más allá del siguiente partido. Al más puro estilo Simeone. Los azules han encadenado dos victorias consecutivas cuando las últimas voces de alabanza se apagaban y la matemática parece ahora conceder más oportunidades. Pero el discurso no cambia. En el vestuario azul sólo miran al calendario de reojo, la vista está centrada en el próximo rival liguero. La sucesión de finales apunta esta semana al Sporting B.

Para que el Oviedo pueda optar a la última bala de ascenso necesita ganar los dos partidos que le quedan por disputar y esperar que una mala combinación de resultados no le deje fuera. La primera parte del enunciado es al que se aferra el vestuario, consciente de que dos victorias en los duelos restantes, ante Sporting B y Caudal en el Tartiere, les daría seguramente el pase al play-off. Pero de puertas hacia fuera se mantiene el tono de las últimas semanas. El próximo adversario, el filial del máximo rival, siempre encuentra una especial motivación en este tipo de citas.

"No somos tontos y estamos pendientes de lo que hacen los demás rivales, pero no nos queda otra que ganar los dos partidos. Después ya veremos", asegura Susaeta. "Quiero ser positivo y creo que ganando los dos partidos que quedan nos meteremos en play-off. Lo que hagan los rivales nos importa, pero tenemos que mirarnos a nosotros mismos. El Sporting B es lo principal ahora", incide Iván Rubio. "Ojalá ganemos los dos próximos partidos de Liga y si entramos con esa dinámica en el play-off será realmente bueno, pero quiero pensar únicamente en el Sporting B. Vamos a centrarnos en ganar el domingo, tener los pies en el suelo", apostilla Susaeta.

La situación en la tabla se ha aclarado notablemente tras los resultados de la última semana. La victoria del Oviedo en A Malata ha tenido dos consecuencias directas: que los azules escalan al cuarto puesto y que el Racing de Ferrol también estará en la pelea por asegurar el pase a la post-temporada. El empate del Guijuelo en su feudo ante el Coruxo ha posibilitado que el Oviedo regrese al cuarto lugar a falta de tres jornadas para el final de la Liga.

Ahora es el Avilés, segundo, el que con 58 puntos tiene el panorama más despejado. El Ferrol sólo le saca un punto al Oviedo, con los mismos partidos jugados. Descansará esta semana antes de recibir al Burgos y visitar al Noja. El Guijuelo, empatado con los azules, dispone de tres oportunidades para sumar el mayor número de puntos. Marino, Avilés y Caudal serán sus rivales. Otra de las amenazas es la del Zamora, que a tres puntos de los azules con un partido más le tiene ganado el "goal average" particular a los azules.

El vestuario sí saca en claro de la victoria en Ferrol que la idea de juego es aplicable hasta el final de temporada. "Trabajamos muy bien defensivamente, estuvimos acertados en la presión y eso nos permitió tener más posesión. El trabajo defensivo de todos fue impecable", analiza Iván Rubio. "Estuvimos serios en el aspecto defensivo y sueltos con el balón. Quizá estuvimos muy revolucionados durante gran parte de la temporada, mientras que en Ferrol le dimos más pausa al juego", sentencia Susaeta.