El padre Pachi Cuesta, presenta a las 19.30 horas de hoy en el Palacio de Congresos de la Feria de Muestras el libo "Pachi Cuesta, jesuita y entrenador", un libro que nació para conmemorar el 30.º aniversario del Campeonato de España infantil logrado por un equipo del colegio Inmaculada que él entrenaba. Fue aquella una temporada imborrable porque también el equipo juvenil quedó campeón de España de Segunda división y posteriormente cuarto de España tras Real Madrid, Barcelona y Joventut.

"Es un libro que recoge mi vida a través del baloncesto en el colegio" indica Cuesta "especialmente entre los años 1977 y 1983". Pachi Cuesta es un referente en el baloncesto asturiano. Su afición le llegó como alumno del colegio San José de Valladolid "allí jugaba al fútbol y al baloncesto pero acabé decantándome por el baloncesto después de que en el colegio se jugase un partido entre las selecciones de España y Uruguay". De aquella época viene también lo de Pachi que nada tiene que ver con su nombre, Ángel, "jugaba de lateral y era bastante leñero, como un jugador del Real Madrid que se llamaba Pachín y a mí empezaron a llamarme Pachi y con Pachi me quedé".

Como entrenador tenía fama de meticuloso "aún tengo libretas llenas de anotaciones de los jugadores de otros equipos, si quieres ser campeón de España tienes que primero quedar campeón de Asturias y para eso hay que conocer a los demás equipos". Por aquel entonces el estudio de los rivales, lo que ahora se conoce como "scounting" era algo muy rudimentario y que apenas existía pero el padre Cuesta los tenía a todos controlados y eso que estamos hablando de jugadores infantiles. "Planificaba hasta los enamoramientos" destaca Cuesta, "vi que en mi casa mandaban mi abuela, mi madre y mis hermanas y me dije tengo que tener a las mujeres de mi parte y así busqué la complicidad de las amigas y las novias de los jugadores".

Pachi Cuesta fue uno de los fundadores del Gijón Baloncesto y por ese motivo aún le duele su desaparición. Para él "se debió apostar por la cantera y no lo hicieron ni por jugadores ni por entrenadores y de ambos los había muy buenos". Un ejemplo era el base Rafa Presedo, uno de los componentes de aquel equipo juvenil que quedó campeón de España de Segunda tras ganar al San Viator. "En el San Viator el base era Pablo Laso, el actual entrenador del Real Madrid, y Rafa le dio un baño en toda regla, si se hubiera confiado en él seguro que hubiera sido un gran jugador, pero no fue así y al final el club acabó por desaparecer", lamenta. Pachi Cuesta recuerda también a los hermanos Álvarez o Toni Mortera entre otros, una generación que no fue aprovechada.

A pesar de su desencanto por el desenlace del Gijón Baloncesto Cuesta se reconoce seguidor del baloncesto por televisión "ahora del Real Madrid porque lo entrena Pablo Laso, y también del Oviedo Baloncesto. Creo que lo están haciendo muy bien. En Oviedo siempre tuvieron muy buena cantera en el Alfonso II con Jaime Alberti, el colegio San Ignacio con Toni Martín y luego con Jenaro Díaz. También en Pola de Lena, en el colegio El Pilar con don Cecilio, con todos ellos jugamos muchos partidos. Espero que en Oviedo no comentan los mismos errores que se cometieron en Gijón".

El tiempo ha transcurrido pero mantiene contactos regulares con aquellos jugadores y también con el grupo de personas que se movilizaron para crear el Gijón Baloncesto. Pachi Cuesta espera que "Gijón no sea una plaza perdida para el baloncesto pero creo que hay más posibilidades de que sea un equipo femenino, hay más niñas que niños y están haciéndolo muy bien".

Cuesta reconoce que "varias veces tuve que parar de escribir porque me ponía a llorar a recordar a ciertas personas". El libro tiene una dedicación especial "a todos los jugadores, entrenadores, auxiliares, mesa, etc de aquella época, y también a mis hermanas y a las personas que me cuidaron cuando me dio el ictus". Enfermedad de la que ya está totalmente recuperado.

El coste del libro está sufragado por distintos patrocinios por lo que todo el dinero que se recaude con su venta irá destinado a la casa de acogida de madres gestantes en La Guía.