Una acción del argentino Lionel Messi que acabó en gol del canterano Sandro, dio el triunfo en El Madrigal (0-1) y el liderato en solitario al Barcelona, único conjunto que ha ganado sus dos partidos, en una jornada en la que el Real Madrid se desmoronó en Anoeta, goleado por la Real Sociedad (4-2).

El Barcelona de Luis Enrique ilusiona a su parroquia y el Real Madrid llena de preocupación a su afición. La remodelación necesaria de un proyecto comienza a dar sus frutos, tras un año en blanco imperdonable en los azulgranas, y la innecesaria acometida por el conjunto madridista pasa factura.

Jugadores de la trascendencia de Xabi Alonso y el argentino Ángel Di María se marcharon sin sustitutos. Y con el portugués Cristiano Ronaldo descansando en su domicilio, los problemas se amontonan para Carlo Ancelotti. El italiano apostó por la valentía en Anoeta, alineó al equipo más ofensivo posible y la actitud de sus jugadores le empujaron a una de las derrotas más sonrojantes desde que llegó al banquillo madridista.

Los dos goles de ventaja en once minutos, por un testarazo de Sergio Ramos y un gran tanto del galés Gareth Bale, dejaba al técnico de la Real Sociedad, Jagoba Arrasate, con su futuro en el aire tras ser eliminado de Europa.

Pero llegó la relajación del campeón de Europa y éste fue atropellado. Reapareció su problema eterno a balón parado, para que Íñigo Martínez y Zurutuza empatasen antes del descanso.

El desplome se confirmó en el segundo acto con dos tantos más. La reacción de la Real Sociedad a su mal momento y la dolorosa derrota para el Real Madrid ya había cobrado forma. Desatará debates que abarcan desde la portería al delantero centro, inexistente un día más Karim Benzema, pasando por el banquillo y alcanzando a la planificación hecha por la directiva. El parón liguero no ayuda.

El Barcelona respira tranquilo

Así, mientras en Madrid se instala un clima tenso nada más arrancar la temporada, en Barcelona se respira tranquilidad. El equipo de Luis Enrique supo superar los momentos de apuro, con dos disparos a los postes del Villarreal, y acabó llevándose con justicia el premio del triunfo.

Mayor dominio, más presencia en área rival y un jugador que por segundo partido consecutivo desequilibró. La mejoría de Messi es evidente. Alejado de la imagen de la pasada temporada sólo le frenó el poste y Sergio Asenjo hasta que creó la jugada del tanto del triunfo.

La valentía marca los primeros pasos de Luis Enrique en su apuesta de nuevo por Munir titular, por delante del brasileño Neymar, y dando entrada al final a Sandro Ramírez que respondió como el 9 que es. Ubicado donde debía estar remachó el triunfo del único equipo que firma pleno de triunfos en las dos jornadas.

En Riazor no fue el día del senegalés Abdoulaye Ba con el Rayo Vallecano. Comenzó el partido regalando el gol a José Rodríguez, en una mala cesión al portero, y lo acabó cometiendo un penalti por mano en el minuto 95, que dio el primer punto al Deportivo de la Coruña en su regreso a la Liga BBVA gracias al acierto de Isaac Cuenca.

El Rayo Vallecano acarició el triunfo. Se levantó con personalidad del tempranero regalo, rondó el gol con varias ocasiones y acabó sacando máximo provecho a la conexión del mexicano Javier Aquino con Alberto Bueno, autor de un doblete que no sirvió para dar los tres primeros puntos.