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El duelo desigual por el liderato

El Guijuelo, con menos de la mitad de presupuesto que el Oviedo, pretende convertirse en una alternativa al play-off

Susaeta se libra de dos defensas del Guijuelo. IRMA COLLÍN

Si no fuera por el Guijuelo quizás la historia hubiera sido diferente. O puede que no, que solo se hubiera prolongado en el tiempo una situación incómoda. El caso es que la mención al Guijuelo evoca en la mente del aficionado azul buenos recuerdos. Los salmantinos fueron los verdugos del proyecto artificial llamado Oviedo ACF que pretendía soportar el estandarte del fútbol en la ciudad. Pero en aquella eliminatoria de junio de 2004, el Guijuelo le eliminó en los penaltis y el inventó se desinfló.

En las dos últimas temporadas el Guijuelo ha pasado de ser considerado un club simpático por el oviedismo a ser tratado como un rival de peso. El año pasado fue la gran revelación del grupo, liderando durante cinco jornadas y acabando en el play-off, objetivo que no pudo alcanzar el Oviedo.

Las diferencias entre las dos entidades son abismales. El Guijuelo cuenta en la actualidad con 500 socios, por los más de 13.000 de los azules. El campo de los salmantinos, el municipal de Guijuelo, tiene capacidad para 1.500 espectadores, algunos de pie, aunque suelen acudir al campo en torno al medio millar. Los 30.500 espectadores de capacidad del Tartiere están muy lejos.

El Oviedo ha optado por aumentar esta temporada su presupuesto, en torno a un 15% más, cuando el año pasado ya empleaba más de un millón de euros en la primera plantilla. El Guijuelo gasta 400.000 euros en construir toda su estructura, incluida la primera plantilla. El sueldo más alto del conjunto salmantino apenas rebasa los 1.500 euros mensuales, mientras que muchos de sus futbolistas tienen remuneraciones que no les permite vivir exclusivamente del fútbol.

Sin embargo, sí hay una cosa que el Guijuelo y el Oviedo tienen en común: los problemas económicos que estuvieron a punto de hacerles desaparecer. Al igual que en el caso del Oviedo, el Guijuelo vivió su momento crítico en 2012.

El conjunto entrenado entonces por Sito llegó incluso a plantearse no salir a competir. Las garantías de pago a la plantilla no estaban claras y el apoyo económico apenas existía. Jorge Hernández, el empresario que en los últimos años había presidido el equipo, dejó el club. En su lugar se nombró una junta gestora con el exfutbolista Chema como gerente y cabeza visible, aunque sin presidente. Hoy en día, el Guijuelo sigue sin contar con la figura del máximo mandatario. Al final, en aquella 2012/2013 Sito confirmó que el equipo saldría a competir y el año acabó con la salvación del Guijuelo contra todo pronóstico una semana antes de que finalizara la Liga.

La temporada pasada los salmantinos decidieron ajustar el presupuesto a las necesidades del club. La buena marcha del equipo y la llegada de nuevas empresas para participar en el patrocinio ayudaron a que no se constatara ningún impago. El mismo camino sigue esta campaña. Se dice desde Guijuelo que aunque ya no figure en el cargo, Jorge Hernández sigue teniendo mando.

La historia del Oviedo a partir de 2012 es de sobra conocida. El Grupo Carso gobierna la entidad y los problemas económicos ya no son el asunto más preocupante. El equipo, además, responde en el campo. Los de Egea llevan un inicio igual que el de Granero la temporada pasada pero una victoria este domingo (17.00 horas en el Tartiere) ante el Guijuelo le daría el liderato y serviría para firmar el mejor comienzo de la historia del Oviedo en Segunda B.

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