El joven y prometedor ciclista gijonés Iván Cortina inicio ayer los entrenamientos de la que según sus propias palabras será "la temporada en la que sepa si voy a ser corredor profesional o no". Iván acaba de apalabrar su fichaje por el Etixx, el equipo filial del Omega Pharma, conjunto que viene siguiendo muy de cerca la evolución del ciclista y en el que se considera que ya ha llegado el momento de incorporarlo a sus filas. "Hemos llegado a un acuerdo de palabra pero todavía está sin firmar, supongo que lo haré el próximo mes coincidiendo con la primera concentración del equipo que será en la República Checa", indica Iván al poco de bajarse de la bicicleta después de tres semanas de vacaciones.

Iván, como la mayoría de ciclistas gijoneses, se inicio en la Escuela de Las Mestas a las órdenes de Chus Rodrigo, un técnico especialista en trabajar con los jóvenes. "No se que tiene, pero ve muy bien quien puede salir ciclista y quien no. Además no se queda con los resultados, va más allá, piensa en el futuro de los ciclistas que tiene a sus órdenes" indica Cortina. Su tarjeta de visita a nivel nacional la presentó el año 2012 cuando quedó campeón de España de fondo en carretera en la categoría juvenil lo que le llevó a disputar el Campeonato del Mundo. El seleccionador de ese año había sido Chechu Rubiera que se convirtió en su principal consejero. "Mantengo muy buenas relaciones con él y siempre me da buenos consejos, además somos casi vecinos", recuerda.

Sus éxitos con Las Mestas le llevaron a fichar por la Fundación Euskadi con la que hizo su debut en la categoría sub-23 y ahora, a los 19 años recién cumplidos, entra en la agenda de uno de los equipos más fuertes del mundo.

Por el momento no sabe que planes tiene pare él su nuevo equipo pero se inclina porque "probablemente corra las clásicas", algo que le ilusiona y le gusta, si bien reconoce que todavía no ha disputado ninguna. Se define a si mismo como "más rodador que escalador sobre todo por mi estatura y mi peso". Todo le está pasando bastante rápido pero mantiene los pies en el suelo y frena la euforia de quienes le señalan como el sucesor de Dani Navarro o Samuel Sánchez, "es muy pronto para saber eso, aunque desde luego que me gustaría", reconoce.

Hasta ahora ha compaginado el ciclismo con los estudios, ha finalizado un módulo de electricidad, "pero a partir de ahora los entrenamientos serán más exigentes así que este año me dedicaré sólo a perfeccionar el inglés, para estudiar siempre hay tiempo pero el ciclismo sólo son unos pocos años", reflexiona.