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Lander halla el camino

El alero vasco del Unión Financiera ha ganado peso en el equipo tras una difícil pretemporada

Lander Lasa, en la calle Cimadevilla de Oviedo. NACHO OREJAS

Lander Lasa se va sintiendo cada vez mejor en el Unión Financiera. Y eso que para él la adaptación no fue nada fácil. Este alero guipuzcoano de 26 años derrama nobleza por los cuatro costados y habla con naturalidad de unos comienzos en Oviedo que se le hicieron muy duros: "En pretemporada no me salían las cosas. No estaba acertado en el tiro, que es uno de mis puntos fuertes, y dejaba de defender, algo que a Guillermo (Arenas) no le gusta nada", reconoce.

Un jugador que no defienda con el técnico del conjunto ovetense, Guillermo Arenas, tiene asegurado pasar mucho tiempo sentado en el banquillo. Y Lasa pudo comprobarlo en las primeras jornadas. En los cuatro primeros partidos jugó muy poco. Pero algo ocurrió entonces y en la quinta jornada el tolosarra pasó a ser titular en la derrota en Pumarín ante el Melilla. "Para mí fue un proceso. Guillermo tiene una ideología y te exige que le escuches y que estés muy atento y muy concentrado en los entrenamientos", explica. También tuvo que adaptarse al ritmo del técnico ovetense: "La temporada que entrené con Sito Alonso también era muy duro, pero la intensidad que exige Arenas es otra cosa".

Pasado este proceso, a Lander se le ve ahora mucho más suelto. En la pista se ha convertido en un soldado más del ejercito de Arenas y cada vez está más fino desde la línea de triple. Fuera se siente respaldado por el club y ha encontrado en algunos de sus compañeros lo más parecido a una "cuadrilla" de amigos. "Me encuentro muy bien. En el club si nos hace falta algo, aunque sea difícil, nos lo intentan conseguir", reconoce mientras espera que llegue la hora de la comida en Carta de Ajuste, el restaurante donde come a diario con sus compañeros Joan Creus y Will Neighbour.

Excepto una temporada en Burgos, cuando tenía 19 años, Lasa siempre había jugado y vivido en el País Vasco. "Cuando llegué aquí me costó un poco hablar castellano, aún tengo que pensar en euskera antes", reconoce. Pero a pesar de haber estado siempre cerca de los suyos su trayectoria deportiva había sido una montaña rusa.

"Mi club es el Iraurgi, ahí es donde más he disfrutado del baloncesto", explica. El club de Azpeitia, localidad que tiene a 20 kilómetros de su Tolosa natal, es filial del Guipúzcoa, de ACB. Lander destacó en EBA y Pablo Laso decidió subirlo al primer equipo. El joven Lasa pasó de ser el protagonista a un secundario durante las dos temporadas que estuvo en la ACB: "Decidí volver al Azpeitia. Allí entrenaba a equipos de la cantera y estaba cerca de casa, con los amigos y la familia. Estos dos años en Plata me han dado estabilidad. En la ACB tenía mucha presión y mucha ansiedad".

Lasa decidió dar pasos más cortos esta vez y aceptó la oferta el Unión Financiera para jugar en LEB Oro. En Oviedo sigue "disfrutando del baloncesto". "La afición de Oviedo es la mejor que tenido en mi vida. En el País Vasco la gente es muy fría", reconoce. Y asume que tienen una cuenta pendiente con el público de Pumarín: "Ante el Burgos nos fuimos del partido. Tenemos que estar concentrados los 40 minutos, no basta con estar bien 34".

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