Un grupo inversor de capital mayoritariamente inglés ha entrado con fuerza en la puja por hacerse con el control accionarial del Sporting. Javier Fernández, que lleva dos días de viaje, recibió ayer la propuesta formal para la compra de las acciones que controla su padre y la valoró como "una oferta muy buena". Javier Fernández, que espera recibir una nueva oferta en cuestión de días y que tampoco descarta la vía americana del abogado mexicano José Alfredo Reygadas, presidente del Storm FC, analizará todas las propuestas recibidas antes de tomar una decisión definitiva. La venta del club es inminente, aunque aún quedan pasos por dar y no será inmediata.
La nueva oferta recibida ayer llega de un grupo inversor "muy fuerte", según la definición de Javier Fernández. Y la propuesta formal que ha recibido cumple todos los requisitos que había marcado el máximo accionista del club. El grupo inversor tiene un conocimiento milimétrico de la situación económica, social y deportiva del Sporting y asume una fuerte inversión inicial. Ha presentado un plan de viabilidad económica para los próximos años y plantea dejar a cero la deuda del Sporting con la Agencia Tributaria, incluso los aplazamientos a 2017 (lo que supone por sí solo unos 16 millones de euros), con lo que se ahorrarían una parte de intereses. La propuesta incluye también un proyecto deportivo que mantiene la decidida apuesta por la cantera de Mareo y el fortalecimiento del equipo con fichajes en puestos determinantes.
Si finalmente Javier Fernández, que es quien lleva toda la negociación de forma estrictamente personal, decide, con el beneplácito de su padre, aceptar esta oferta, quedaría totalmente desvinculado del Sporting y de su órgano de gestión. Además de lo expuesto, la oferta de este poderoso grupo inversor satisface plenamente las pretensiones económicas de la familia Fernández a cambio de su paquete accionarial y de la deuda que el club mantiene con ellos.
José Fernández controla el 72% del capital social del Sporting. Un 32% a título personal y a través de la sociedad mercantil de su propiedad Castellana de Negocios. Un asunto delicado es el paquete de acciones de "Por el futuro y la estabilidad del club", que supone un 40% del capital social del Sporting. José Fernández controla a su vez el 51% de esta sociedad, clave para controlar el club. El 49% restante es el del abogado sevillano José María González de Caldas, a quien Fernández acaba de ganar un juicio en el que se disputaban un 1% clave para controlar "Por el futuro y la estabilidad del club". Un dato clave es que los accionistas de esta sociedad tienen derecho de compra preferente.
Todo empezó hace aproximadamente un mes, cuando este poderoso grupo inversor se puso en contacto con Javier Fernández y su abogado, Ramón de Santiago. Buscaban un club para invertir en España y fueron a dar con el empresario Quique Pina, quien hace unos años intentó adquirir el Oviedo. Este grupo barajaba las opciones de Mallorca, Recreativo, Murcia y Sporting. Pina los encaminó hacia Gijón, asegurando que era el proyecto más interesante. En todo caso, Pina no ha mantenido ningún contado con Javier Fernández ni con nadie del club y no forma parte de este grupo inversor, con capital mayoritariamente inglés y una participación alemana. Pina si se muestra dispuesto a colaborar.
Quique Pina ya es el presidente del Granada y director deportivo del Cádiz, que milita en Segunda B, además de representante de casi todos los jugadores del Udinese dados sus buenos contactos con la familia Pozzo, propietaria del club. Tanto el propio Quique Pina, como el Sporting, aseguran que el empresario no tiene nada que ver con este grupo inversor.
