La asamblea extraordinaria de la Federación de Fútbol del Principado de Asturias ha decidido, en la reunión celebrada esta tarde en Gijón, la paralización de las competiciones previstas para el próximo fin de semana.

La medida afecta a todas las categorías a partir de Tercera División, por lo que Asturias sólo se jugará el partido del Sporting, de Segunda División, y los de los equipos de Segunda B y de División de Honor juvenil.

Así lo decicieron los representantes del fútbol asturiano (clubes, entrenadores, árbitros y futbolistas), que se reunieron esta tarde en la sala 2 de La Laboral Ciudad de la Cultura para participar en una asamblea general extraordinaria convocada con un único punto en el orden del día: "Paralización de la totalidad de las categorías territoriales organizadas por la Real Federación de Fútbol del Principado de Asturias, además de las categorías nacionales delegadas (3ª División, Liga Nacional Juvenil y 3ª División de Fútbol Sala)".

Las reivindicaciones de los convocantes van dirigidas al Gobierno del Principado, al que reclaman el desarrollo reglamentario de la Ley de Juego y Apuestas aprobada en junio de 2014 y que permitiría a los clubes explotar las loterías familiares. También se quejan de la reducción o desaparición de las subvenciones del ejecutivo autonómioco para el fomento del fútbol base, la ayuda para campos y arbitrajes.

Las críticas al Gobierno de España tienen que ver con la supresión del uno por ciento de las quinielas y, sobre todo, por la aplicación de la ley que obliga a dar de alta en la Seguridad Social a todos los integrantes de los clubes que reciban una cantidad regularmente, por pequeña que sea. El abogado Héctor Quintanilla fue el encargado de explicar a los asambleístas los pormenores de la legislación y las consecuencias que podría tener para los dirigenes si la ignoran.

Según Quintanilla, si esta ley se llegara a aplicar, los clubes tendrán que dedicar un 35-40 por ciento de sus presupuestos en pagos a la Seguridad Social. En 2009, una sentencia del Tribunal Supremo estabelció que un jugador de un equipo de Preferente de Madrid era profesional pese a que sólo cobraba 230 euros al mes. "Antes de esa sentencia", aclara Quintanilla, "había un doble criterio. El que consideraba que un gasto fijo, mensual, era salario; y otros que decían que si no se llegaba a un importe concreto, cercano al salario mínimo, no tenía por qué tributar".

Quintanilla, que jugó al fútbol y conoce la realidad de los clubes de base, señala que, entre otras cosas, la aplicación de esta ley obligaría a contratar una asesoría. "En todo caso, lo más lógico sería crea un régimen de Seguridad Social específico, como el de las empleadas del hogar".