La visita a las instalaciones del campo ofrece al visitante la posibilidad de acceder a espacios que normalmente le permanecen vedados. Lo más impresionante, sin duda, es la salida al césped por el túnel de vestuarios, con la megafonía atronando para disparar la adrenalina. Es fácil venirse arriba y sentirse por un día futbolista del Sporting.