Algunos de los jugadores y entrenadores pioneros del voleibol en Avilés se reunirán mañana en una cena para recordar los inicios de este deporte y sus andanzas allá por los años sesenta y setenta. La cena, que sin duda esperan se convierta en una tradición, se celebrará en el restaurante Los Sauces, en Villa. Partidos para el recuerdo, anécdotas de un deporte que comienza a instaurarse, los entrenamientos y, sobre todo, la amistad serán sin duda algunos de los temas que saldrán a relucir durante la reunión, en la que muchos se reencontrarán tras años sin contacto.

También habrá tiempo para recordar a algunos de esos pioneros que ya no están. Por ejemplo, Rafael Orejudo, que fue quien empezó a entrenar a los equipos de voleibol del Ensidesa. Orejudo fue uno de los llamados "niños de la guerra", los verdaderos iniciadores de este deporte en la villa. Eran un grupo de siete u ocho jóvenes que habían estado en Rusia y a su regreso a España siguieron practicando el balonvolea, como más era conocido en aquella época. A finales de los sesenta Orejudo se puso al frente de los equipos, y le siguió Manuel Sánchez Rozada. Ya en los setenta, José Antonio Montes y Carlos Sánchez fueron entrenadores de los equipos femenino y masculino, respectivamente. De ahí en adelante, una historia de éxitos para Avilés.