Después de una larga travesía de 12 años, el Oviedo consigue regresar de nuevo al fútbol profesional. Han sido años convulsos desde el punto de vista deportivo, económico y social en los que incluso estuvo en juego la supervivencia del club y en los que la afición jugó un papel fundamental para evitar su desparición en 2003 y más tarde, con la éxitosa ampliación de 2012, poniendo las bases de un futuro que parece no tener límites.

Los doce años que transcurrieron desde 2003 hasta ahora fueron muy difíciles. En el aspecto deportivo, catorce entrenadores han desfilado por el banquillo del Oviedo en las últimas doce temporadas. De ellos sólo uno ha conseguido permanecer más de una temporada en el club. Se trata de Antonio Rivas, ex jugador también del equipo oviedista que permaneció en el cargo casi tres años y dirigió al equipo en tres categorías Segunda División, Segunda B y Tercera.

En esos años los dos ascensos a Segunda B, en la 2004-2005 y en la 2008-2009, fueron las únicas alegrías deportivas, de una trayectoria marcada por la irregularidad que tuvo su parte más negativa con el descenso a Tercera División en la temporada 2006-2007, una campaña que quedará marcada como la más negra, junto con el descenso administrativo de 2003, en la historia del Oviedo.sión. ADesde el 2003 hasta el momento actual, el Oviedo ha tenido un total de nueve presidentes, uno de ellos Toni Fidalgo, en dos etapas. Han sido doce años marcados por la inestabilidad que pusieron en peligro el futuro del club hasta que la exitosa ampliación de capital en 2012 y la llegada del grupo Carso al accionariado de la entidad despejó todas las dudas sobre la viabilidad del club

El presidente que más tiempo permaneció en el cago fue Dámaso Bances, casi tres años y medio y el que menos Toni Fidalgo, que en su primera etapa estuvo 27 días en la presidencia.

El inicio de la peor etapa en la historia del Oviedo tiene una fecha concreta: el 2 de agosto de 2003.Tras una temporada aciaga en Segunda, el Oviedo finaliza en penúltimo lugar y consuma su descenso a Segunda B. Pero lo peor estaba por llegar. Las denuncias por impagos de los jugadores de la plantilla provoca el descenso administrativo a Tercera, una situación de la que muchos pensaron que el Oviedo nunca saldría.

Muchos auguraron el fin del Oviedo, y más tras el apoyo del Ayuntamiento al Astur, refundado como Oviedo ACF. Gabino de Lorenzo dio por liquidado al Oviedo, pero no contaba con la respuesta de la afición azul, que no dio la espalda a su equipo, dando un ejemplo de lo que es el amor por un escudo y fue clave para evitar la desparición.

En apenas quince días, se formó un equipo y salió a competir en Tercera. Sin dinero y sin apoyo institucional, el club decide la presentación de un procedimiento concursal. Lafuente logró esquivar todos los obstáculos, salvo los deportivos, ya que el equipo fue eliminadopor el Arteixo en el play-off de ascenso. En la siguiente temporada, la fima del convenio de acreedores, en diciembre de 2004, dejó al club en una situación patrimonial difícil, pero con vida y deportivamente la temporada se saldó con el ascenso a Segunda B.

Las discrepancias entre Celso González y Manuel Lafuente se acrecentaron. Celso González reclamó la devolución de las acciones, en virtud de un pacto que habían firmado ambos, pero Lafuente se negó. El asunto acabó en los tribunales que acabaron dando la razón al propietario del máximo paquete accionarial.

En el verano de 2005, mediante otra junta de accionistas, Celso González volvía a regir los intereses del Real Oviedo, de manera oculta, eso sí, ya que los titulares de las acciones serían Fernando Pantoja y José Ángel García. El nuevo presidente, Juan Mesa, reconocía en la Junta de Accionistas en la que fue nombrado, que el que estaba "detrás de las acciones era el mismo que en 1992".

La etapa de Juan Mesa al frente del Oviedo se cerró en enero de 2007. Una ampliación de capital dio con la entrada en el Real Oviedo de un grupo de empresarios ovetenses. Al principio recibidos con incertidumbre, la llegada de Control Sport Siglo XXII terminó por convertirse en la peor etapa del Oviedo a lo largo de la historia. Toni Fidalgo fue el primer presidente del grupo dirigido por Alberto González, en enero de 2007.

La falta de entendimiento con el máximo accionista del Oviedo, Alberto González, y la nula capacidad de decisión que tenía en el club le llevaron a presentar su dimisión, 27 días después.

La etapa de Alberto González en el Oviedo fue un caos a todos los niveles, deportivos y económicos que dejó de nuevo al club al borde del drama. Su marcha, en julio de 2012, cuando la situación era ya insostenible y ya estaba en orden de busca y captura por fraude fiscal dio paso a un consejo de administración de nuevo encabezado por Toni Fidalgo para intentar salvar al club de la liquidación.El consejo convoca una ampliación de capital en la que la afición azul volvió a ser fundamental. Con accionistas de los cinco continentes, que reunieron dos millones en acciones, el colofón llegó con la aportación de otros dos millones por parte del hombre más rico del munco, Carlos Slim, que le daban el control de la entidad. El Oviedo solventaba sus problemas económicos e iniciaba una nueva etapa.

La relación entre el grupo Carso y el club ha pasado por diferentes etapas hasta que la llegada de Joaquín del Olmo, en enero de 2014, supuso el desembarcó definitivo del grupo mexicano en el club.

Desde esa fecha, su implicación fue máxima. A nivel económico, el grupo Carso alcanzó un acuerdo con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social para estructurar el pago de los débitos que los azules mantienen con las administraciones públicas en los próximos seis años.

Solucionada la situación con Hacienda y Seguridad Social, el grupo Carso se planteó la necesidad de generar más ingresos para que el Oviedo tenga liquidez. Para ello, diseño una ampliación de capital en la que de nuevo volvió a dar un paso al frente en apoyo al club azul que se ratificó con una nueva ampliación de capital . Los 4,1 millones de deuda que el club tenía con Carso fueron cambiados por acciones, con lo que la participación de Slim en el Oviedo ya sobrepasa el 50%, concretamente el 58,45% a falta de completarse la última fase.

A nivel deportivo, la temporada se saldó con el mejor balance de los últimos años. Por primera vez se jugó el play-off de ascenso como campeón de grupo y por fín se logró el ansiado ascenso a Segunda B.