"Siento que la Muralla me ha abrazado, que sus puertas están abiertas para siempre". Quique Setién quiso despedirse así de la afición del Lugo, ayer, con un mensaje compartido a través de las redes sociales. El técnico cántabro pondrá fin, el domingo, a su etapa como entrenador del conjunto gallego. Un choque en el que el Sporting tiene fijada la esperanza de que los lucenses logren derrotar al actual segundo clasificado para meterse en plaza de ascenso directo. Setién fue coreado por la grada del Ángel Carro durante el encuentro del pasado domingo, un gesto ante el que no pudo evitar la emoción. Pondrá fin a seis temporadas al frente del equipo y no ha desvelado su futuro.