Blas García se desvinculó ayer del Mosconia y es el nuevo técnico del Marino de Luanco para la próxima temporada en sustitución de Marco Díaz, según confirmó el presidente del club luanquín, Luis Gallego. Blas es natural de Soto del Barco, tiene 53 años y jugó tres temporadas en Segunda, las dos que militó el Avilés en la categoría (1990-1991 y 1991-1992) y con el Lugo (1992-1993), y una en Segunda B con el Langreo (1993-1994).

Como entrenador pasó por las categorías inferiores del Real Oviedo y el Astur, y por el primer equipo del Hispano y el Cudillero. Tras concluir su etapa de cuatro años en el club pixueto (2010-2011), dejó los banquillos y en la temporada 2013-2014 fue miembro del organigrama de las categorías inferiores del Real Oviedo, en el área de metodología.

La pasada temporada entrenó al Mosconia (Tercera), con el que quedó en décimo primera posición con 47 puntos, libre de cualquier peligro de descenso en el año del retorno a la categoría.

Gallego precisó que solo habló con Iván Ania y con Blas, y definió al nuevo técnico del conjunto azulón como "un hombre con experiencia que aspira a hacer algo importante en el mundo del fútbol", y "un entrenador similar a José Luis Quirós que pienso que puede ser importante en el fútbol durante los próximos años".

El presidente anunció que hoy mismo empezará a trabajar en la confección de la nueva plantilla porque, explicó, "en este mes es cuando se ganan y se pierden las ligas". Lo único seguro es que seguirá Boris, que se perdió la última temporada desde finales de noviembre al romper el ligamento cruzado de la rodilla izquierda y pasar por el quirófano. El central avilesino tiene "la ilusión de un juvenil", según Gallego, y tiene toda la confianza del club. "Él quiere seguir porque está totalmente recuperado de la lesión y para nosotros es un hombre importante, un lujo para jugar en Tercera", señaló el presidente.

El objetivo del Marino es hacer una plantilla competitiva para luchar por los puestos de play off y tratar de retornar a Segunda B, aunque Gallego vaticina que será una temporada muy difícil por la presencia en el grupo de potentes equipos como el Avilés y el Langreo, también descendidos esta temporada, Caudal, Tuilla, Llanes, y Covadonga, en espera de lo que pueda hacer el Condal.