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Fondo Norte

La eterna confianza en la seguridad defensiva

El Sporting es tercero y equipo menos goleado, por algo en lo que destaca el Barcelona de Luis Enrique

Lo ha dicho muchas veces el gran timonel rojiblanco, el que dice ser y llamarse Abelardo, y lo precisa en la página el imperial Bernardo, una de las figuras claves de este triunfal Sporting: hasta el último minuto va a sentir el aliento rojiblanco en su nuca el Girona, un rival de armas tomar. Las cuentas ya están echadas, y bien echadas: al Sporting le queda un 17 por ciento de posibilidades de ascenso directo a Primera. Los centenares de seguidores rojiblancos que van a tomar la Ruta de la Plata para llegar a tiempo al partido de Sevilla creen que las posibilidades suben hasta el cien por cien. Viajan por eso, porque quieren vivir la fiesta del ascenso en el escenario del mismo. Confían en la chavalería de Abelardo, en el temblor de piernas del Girona y en la solidez del Lugo de Quique Setién, que va a dirigir a los gallegos por última vez, pues ya ha anunciado su marcha en busca de nuevos horizontes profesionales que no pasarán por su amado Racing de Santander, que ya ha anunciado que pase lo que pase seguirá contando con el tándem Munitis-Pinillos. Y pase lo que pase es que logre la permanencia o tenga que empezar de cero en Segunda B.

Bernardo dice cosas muy jugosas en la entrevista referida. Por ejemplo, que considerar la promoción un fracaso sería un error enorme y afrontarla con pesimismo, otro. Ayer mismo en una de las calles con más solera de Gijón un veterano aficionado que lo ha visto todo del Sporting analizaba con maestría la promoción: "Va a ser muy difícil para el Sporting porque no tenemos gol, pero también es cierto que no nos hacen goles". Y se fue calle adelante con su paseo matinal bajo el agradecido sol de primeros de junio.

"No nos hacen goles", ésa puede ser, puede no, es la clave de todo porque una de las verdades del fútbol es que los equipos se hacen de atrás hacia adelante. El Sporting está hecho así: de un sólido sistema defensivo en el que participa todo el equipo, desde la pelea continua de Guerrero hasta la madura seguridad de Cuéllar. Así se termina como equipo menos goleado. Otro ejemplo clamoroso de seguridad defensiva es el incontestable Barcelona de Luis Enrique. Mucho tridente, mucho Messi, pero Claudio Bravo ha sido el portero menos goleado de Primera. En el equipo campeón que navega con firmeza hacia el segundo triplete de su historia los once jugadores se aplican en las tareas defensivas, que empiezan en el área rival y en la rápida recuperación del balón. Aquello de todos atrás a esperar al contrario es prediluviano. Ahora la clave es "la presión alta".

Bernardo dice que ningún equipo quiere encontrarse con el Sporting en la promoción, y dice bien. En el supuesto de que no se alcance el ascenso directo, que está por ver, el tercero no ha llegado a ese puesto por concesión gratuita, sino por méritos propios, y cuenta con alguna ventaja sustancial en caso de empates. Nadie quiere encontrarse con el tercero, pero el camino de las eliminatorias está marcado de forma previa a que se conozcan los participantes en ellas.

La confianza en el equipo ha de ser total, no puede flaquear a estas alturas de la competición, confianza que se extiende al buen olfato de la Mareona sevillana, que busca fiesta.

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