Baluarte defensivo, uno de los líderes del equipo menos goleado de la categoría, principal objetivo de las tan fructíferas acciones de estrategia. Bernardo Espinosa (Cali, Colombia, 11-7-1989) es uno de los pilares sobre los que el Sporting construye la torre para alcanzar la Primera División. El domingo vuelve a Sevilla, a continuar el sueño, allí donde todo empezó. Recibe a LA NUEVA ESPAÑA en la cafetería de Mareo. La pregunta del camarero es respondida como la de todo buen colombiano: "Café". Sonrisa, buen rollo. Todo es posible este fin de semana. Devoto del Cristo de Buga, el "milagrero", sabe, como nadie, mantener la fe.
-¿Existe la convicción de que se puede?
-Por supuesto. Hasta que el árbitro no pite el final, hay que tener fe. Hemos tirado siempre de corazón, y ahora no va a ser menos. Hay que tirar de todo lo que nos queda.
-Sevilla le ha dado muchas alegrías, el destino puede tenerle reserva una más.
-Ojalá. Me formé allí como persona y futbolista. Sería muy bonito conseguir allí un premio tan gigante. Allí tengo muchos amigos, muchas personas a las que les guardo cariño. Mi novia incluso es de allí. Subir en Sevilla es un sueño.
-Jugó en el Benito Villamarín con el Racing ¿Le recordaron su pasado sevillista?
-Completamente. En el Racing estaba cedido por el Sevilla. Había jugado muchos derbis antes, con el filial, del que era capitán. Todo el mundo me recordaba. Para mí, es bonita esa rivalidad. Recuerdo aquel partido como especial, por ser en un gran estadio y ante una afición importante. Siempre es bonito jugar en los campos clásicos del fútbol español.
-Aficiones de Sporting y Betis están hermanadas, quizá el domingo el recibimiento será diferente para usted.
(Se ríe). Esperemos que sí. Aquí se les dio un trato exquisito, hubo una comunión importante. Los dos equipos intentaremos ganar, pero si lo hacemos nosotros, ojalá que ese hermanamiento provoque una linda celebración.
-¿Visualiza el mejor de los finales?
-La imaginación es gigantesca, y a uno se le dispara. No sólo ahora, durante toda la temporada. Incluso me sucedió la pasada campaña. He visto millones de fotos de la celebración del último ascenso, la gente además te explica el recuerdo que tiene. Es imposible que tu mente no piense en repetirlo. De todos formas, somos conscientes de que llegará como consecuencia a un trabajo que nos queda por hacer. No nos puede desconcentrar.
-¿Qué sensación se respira en el vestuario?
-Es una lástima no depender de nosotros, pero hay que estar satisfechos. Puedes ponerte a pensar en los famosos "y si", algo que me gusta, lo considero ventajista. Con todos los handicaps que hemos tenido esta temporada, nunca podíamos haber imaginado llegar a la última jornada con opciones de ascenso directo.
-Ha sido la temporada de las dificultades, y con todas ha podido el Sporting.
-Este Sporting ha superado retos, récords, lesiones? Plantarse en el última jornada con la opción de lograr subir a Primera, y conseguirlo, sería la ejecución perfecta de un milagro. Hemos sido como una familia a la hora de afrontar los problemas. Si el Girona hace su trabajo y no es posible, hay que estar igualmente orgullosos. El trabajo está siendo sobresaliente. Tener un mínimo de decepción por disputar la promoción sería un error gigante.
-Los futbolistas Girona reconocían que el pasado domingo daba por bueno el empate tras quedarse con diez ¿Cree que el miedo a fallar es mayor para ellos?
-El Sporting se ha ganado el respeto a base de trabajo. Nadie ha dado por muerto al equipo. El Girona está notando nuestro aliento, y hasta el último minuto les vamos a dar guerra. Estuvimos cerca de recortarles dos puntos el pasado domingo. Ellos están haciendo una magnífica temporada. Si ganan al Lugo, habrá que felicitarles. La suya también ha sido una temporada redonda.
-¿Confía en el Lugo?
Todas las semanas le he tenido mucha fe a los equipos que jugaban ante el Girona. En el caso del Lugo, no va a ser menos. Los dos partidos que disputamos ante ellos han sido muy difíciles. Un conjunto como ellos, de mucha posesión, le puede complicar las cosas al Girona. Nosotros intentaremos marcar antes del descanso, un gol o dos, y que esa presión les pase factura.
-¿Teme el peor de los casos, la promoción, por aquello de volver a empezar de cero?
-No creo que sea el peor de los casos. Al principio, el objetivo era la permanencia; conseguida, la promoción; y cuando la aseguramos, el ascenso directo. Hemos ido subiendo el listón exponencialmente. No se pueden escuchar lamentos por no subir directos, considerar que la promoción una desgracia. Todo lo que llegue ahora son premios. Es mágico estar en la situación actual. Si nos toca jugar la promoción vamos a estar preparados.
