Se acercó Abelardo al balcón del Ayuntamiento y gritó con decisión: "El año que viene que tiemblen Cristiano y Messi". Y la afición rojiblanca estalló. Con su Pitu, con su guía, con su ídolo. Tras una rúa de dos horas por la ciudad llegó el momento álgido con más de 10.000 aficionados en la Plaza Mayor. "El año que viene a Champions", bramó Quini. El Brujo, reacio a hablar en público y aún emocionado, se mostró ante los aficionados empujado por Nacho Cases. "Disfrutad de éste momento porque para equipos modestos como el nuestro no se suelen dan muchas veces".

Alberto y Bernardo tomaron las riendas de una celebración en la que El Pitu y Quini fueron los más aclamados, pero en la que todos los jugadores fidelizaron con los suyos. Los primeros cánticos llegaron por medio de Alberto y Bernardo. "Te queremos, te adoramos, Real Sporting de Gijón...". Y la euforia estalló. La afición, que ya se lo había pasado en grande mientras esperaba la llegada de la plantilla, se unió a todos los cánticos. Jony dejó claro que el acontecimiento del fin de semana había sido el ascenso y no la final de Champions. "Cuando voy por la calle y me pregunta, que si soy del Barcelona o del Madrid, yo levanto la cabeza orgulloso, y le digo del Sporting a morir". Llegó entonces el turno para Guerrero, con su "Asturias es rojiblanco", respondiendo así a una afición que le recibió con el cántico. "Guerrero, te quiere, la gente del Tartiere". Y fue cuando Nacho Cases entonó los acordes del "Asturias patria querida" y la Plaza Mayor y sus aledaños, se vinieron totalmente abajo.

Fotos, vídeos, cánticos, parlamentos y champán, descorchado por Bernardo y Alberto, que regaron a todos sus compañeros, hicieron que los últimos compases de la celebración fuesen muy intensos. "Esto es un sueño y hoy estamos aquí para dedicárselo a todos ustedes", dijo Bernardo.

El momento de Quini fue uno de los más emotivos de un día muy intenso. Primero intentó animarle el director de comunicación, Manfredo Álvarez, para que pronunciase algunas palabras. Pero se negó de forma rotunda. Poco a poco los jugadores le fueron impulsando. Hasta que lo consiguió Nacho Cases. Y ahí El Brujo, aclamado para las fotos de todos los que se encontraban en el salón de recepciones del consistorio local, dio el paso enfrente y se ganó a todos. "Sois la vitamina que necesita este equipo, tenéis que estar orgullosos de este equipo, de todos los jugadores y de todo el cuerpo técnico" , resaltó, mientras los enumeraba uno a uno.