Muchos de ellos no habían vivido un ascenso a Primera División. Tampoco la celebración que trae consigo por lo que los más pequeños quedaron sorprendidos con el despliegue y el colorido que el Sporting le dio a las calles de Gijón.

Fueron varios los que dudaron por unos instantes si se encontraban sentados en las aceras esperando el paso de las carrozas de Carnaval o la llegada de los Reyes Magos de Oriente. Pero, en esta ocasión, el protagonismo era para los futbolistas del Sporting. Y su presencia no defraudó al público más juvenil, que disfrutó con la fiesta cargados de confeti. Sorprendió en Begoña el alto número de niños que se concentraron para dar palmas al paso del autocar rojiblanco.

"¡Sporting, Sporting!" y el himno del club gijonés fueron los cánticos con los que se arrancaron, entre otros, las jóvenes Lucía y Nerea Riesgo que con solo cinco años, eran conscientes de la repercusión que tenía el momento que estaban viviendo. "Mi papá me lleva siempre al fútbol y verles aquí se hace raro, pero solo pienso en aplaudirles", comentaba la primera de ellas.

Mayor experiencia recoge ya en su currículum Damián Martínez que vive su segundo ascenso, aunque del primero apenas guarda recuerdo al estar en el carricoche. "Era muy pequeño, tengo fotos, pero ahora sí que puedo decir que lo estoy viviendo con mayor alegría", comenta. Mientras que recuerda que en la jornada de ayer lució su camiseta del Sporting en el colegio.

La Plaza del Carmen fue otra de las zonas más concurridas por los más pequeños. La confusión impactó a Silvia Castro al ver a seguidores disfrazados de indios y pintados con los colores rojiblancos e incluso el valiente Marcos Díaz, a escasos metros, se atrevió con el disfraz de gallina, intentando simular "a un pitu en honor al gran Abelardo, por él hago el ridículo si es necesario".

El despliegue y la gran aglomeración de público sorprendió en la calle Los Moros a Julia Rodríguez, que se desplazó con nueve años desde Lastres para vivir el momento. "Esto es mejor que los Carnavales, está siendo una fiesta muy divertida y sin duda es uno de los momentos más graciosos de mi vida", indicaba con franqueza a la hora de resumir lo que sus ojos brillosos estaban viendo. Su afición por el fútbol, el cual practica desde que es capaz de sujetarse en pie, le llevaron a no perderse "por nada del mundo" el ascenso de su equipo y ya espera ansiosa a que "vengan a jugar Messi y Cristiano, pero el mejor es Luis Hernández".

Los parques gijoneses quedaron ayer desolados. Los columpios y los toboganes presentaron un aspecto poco habitual a las siete de la tarde, donde es más habitual escuchar el griterío de los más pequeños disfrutando de su momento de juego. Pero todo ello se quedó por una vez al margen y la actividad se desplazó unos metros para acercarse, siempre con precaución, al borde de la carreteras. "Hoy -por ayer- nos pusieron a la salida del cole el himno del Sporting y ya tenía ganas de venir a cantárselo a ellos", confesaba María del Colegio Santa Olaya. La presencia de un gran número de niños y niñas fue una de las notas más reseñables del recorrido, en un día inolvidable en el que el Sporting se asegura una buena cantera de seguidores para su retorno a Primera División.