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El Sporting de los doce millones

El club se autoimpone uno de los topes salariales más bajos de Primera como medida inicial para negociar condiciones con la Liga - Nico Rodríguez se reúne con el agente de Cuéllar y Canella sin alcanzar acuerdo y Hugo Fraile ya dispone de oferta para continuar

Javier Fernández, en Mareo. JUAN PLAZA

"Pueden haber muchos matices". El Sporting intenta buscar alguna puerta de salida a la contundente sentencia del comité de control económico de la Liga, que prohíbe al conjunto rojiblanco la inscripción de cualquier fichaje durante la próxima campaña. Javier Fernández ya trabaja de manera conjunta con la dirección deportiva para ampliar mínimamente el margen de maniobra. Una de las primeras medidas que se han adoptado es la de trasladar a la Liga la intención de autoimponerse un austero tope salarial, estimado en 12 millones de euros. Esta cifra es uno de los límites más bajos de la categoría y forma parte de los movimientos para que la Liga compruebe el interés en sanear la economía de la entidad y trazar un proyecto sostenible que se vería afectado si se le impide optar a refuerzos.

"Queremos competir y crecer". Estas palabras fueron las utilizadas por Javier Fernández cuando se le consultó por primera vez la posibilidad de que el Sporting pudiera quedarse sin fichajes. Un escenario anunciado por Javier Tebas y que el club ya conocía, al menos, desde el pasado 12 de mayo. El Sporting se apoya en esa oportunidad de sanear su situación financiera gracias al ascenso a Primera División, como primer argumento para que la Liga no añada más lastre con decisiones como la prohibición de realizar fichajes. Son varios los frentes abiertos para buscar la indulgencia de la patronal, y entre ellos los gestos importan. El autoimponerse un límite salarial modesto, en comparación con rivales con un volumen de ingresos similares, es uno de ellos.

Doce millones de euros es el listón sobre el que se ha comenzado a trabajar ya con temas como las renovaciones. Encontrar un equilibrio suficiente para disponer de alguna partida atractiva si se dispone de la oportunidad de acudir al mercado es el cometido. La jornada de ayer registró un nuevo intento para atar la continuidad de Cuéllar. Un intento que terminó sin acuerdo y con la abrupta salida de Mareo del agente del emeritense. Pepe Mesas, tras más de cuatro horas de reunión con Nico Rodríguez, salió de las oficinas del club sin utilizar la puerta principal, la única vía de entrada y salida del edificio, y se negó a valorar la situación de su futbolista. Mesas también se encarga de los asuntos de Canella, a quien se le revisará a la baja su contrato, que expira en 2016.

La dirección deportiva del Sporting mantiene la confianza en que Cuéllar estampe su renovación en los próximos días y también ha trasladado a Canella que el club cuenta con él para la próxima temporada. Durante la tarde se abrió otro camino más en el capítulo de renovaciones. Hugo Fraile recibió una oferta en firme para continuar en Gijón que estudiará y por la que el club ya espera respuesta.

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