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Lozano pasa el testigo tras catorce incorporaciones

El verano se presenta largo para el Sporting. La prohibición de la Liga para la inscripción de fichajes se valora en Mareo como el primer capítulo de una historia que puede terminar de manera diferente a cómo se inició. El conjunto rojiblanco está acostumbrado a sobrevivir a situaciones marcadas por la austeridad. El año pasado cursó su particular máster en gestión de recursos para encontrar soluciones a los déficits de la plantilla, convirtiéndose en el único equipo del fútbol profesional europeo que se quedó sin poder realizar incorporaciones. Tampoco acudir al mercado es siempre garantía de éxito. Como prueba se encuentran las caras nuevas que registró el Sporting tras el último ascenso a Primera División, con más decepciones que aciertos.

Jugadores libres o cedidos. Esas son dos de las condiciones a las que se ajusta el Sporting siempre que se encuentre algún punto de entendimiento con la Liga para poder realizar alguna incorporación. No es algo nuevo para el conjunto rojiblanco tener que acogerse a este tipo de condicionantes, más bien ha sido la tónica habitual de la gran mayoría de clubes desde que la crisis también sacudiera al fútbol español. Así se inició la última etapa en Primera División, en la que los seis refuerzos realizados por Emilio de Dios llegaron sin tener que asumir una cantidad por traspaso: Diego Camacho, Carmelo, Cuéllar, Maldonado, Colin y Lafuente. Este último, cedido por el Athletic.

Sólo Cuéllar se mantiene en la plantilla de aquella nómina de fichajes de urgencia que venían a apuntalar al núcleo de la plantilla que meses antes había conseguido el ascenso a Primera División. Los más utilizados fueron Diego Camacho y Carmelo, aunque en las temporadas siguiente no acabaron de consolidarse y terminaron abandonando la disciplina rojiblanco. Sonoros fracasos fueron los casos de Colin y Maldonado, con un paso casi testimonial por Gijón.

Si aquel año fueron seis las incorporaciones, también hay que decir que el Sporting registró en el mismo verano cuatro bajas: Roberto, Jorge Pina, Hidalgo y Chus Bravo. No será tan amplio el número de salidas en el caso de esta temporada. Iván Hernández y Álex Serrano son, hasta el momento, las dos únicas bajas confirmadas. La intención del Sporting es que el resto de la actual plantilla continúe, y ya se ha presentado oferta de renovación a todos los que finalizan contrato. Además, Javier Fernández se ha comprometido a no realizar traspasos.

Echando una mirada a las cuatro últimas campaña en Primera División, el Sporting sólo tuvo capacidad para pagar algún traspaso a partir de su segunda campaña en la categoría. Fueron los casos de Gregory y Juan Pablo, comprados al Vitoria de Guimares y Numancia, respectivamente. A ellos se sumaron, posteriormente, André Castro -por el que se pagó para su cesión-, Sangoy, Trejo y Damián Suárez.

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