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Un año en la institución

"Me apasionan los retos", anunció a su llegada; "ver a tanta gente feliz no tiene precio", coronó tras ganar en Cádiz - Sergio Egea cumple, con un ascenso en el bolsillo, doce meses desde que fuera presentado como nuevo técnico del Oviedo

Sergio Egea entró por la puerta que da acceso a la sala de prensa del Carlos Tartiere y saludó a los presentes con exquisitos modales. Su estilo quedaría claro desde el primer contacto. Era el 9 de julio de 2014 y el argentino había sido nombrado como técnico por Carso tras un proceso interminable lleno de giros inesperados en el guión. "He sido el ganador de este casting", anunció el técnico con concisión. Con la palabra "casting", el entrenador se refería al proceso con el que Joaquín del Olmo y Arturo Elías habían sondeado varias opciones para el banquillo.

El Profe Cruz estuvo cerca de ser el elegido pero Egea siempre se mantuvo entre los candidatos y al final esa constancia le dio el premio. "Me apasionan los retos", pronunció como lema de salida. Aquella intervención fue la primera ocasión en la que Egea se refirió al Oviedo como la "institución", la palabra que más ha repetido a lo largo de la temporada para resumir la grandeza del club carbayón.

Ha pasado un año desde la presentación en sociedad del argentino y la evaluación no puede ser más positiva. Egea ha logrado dar estabilidad al proyecto con un discurso pausado y alejado del populismo. El argentino no ha tratado de ganarse a la afición con coletillas típicas. El suyo es el tono monótono, aburrido por momentos de puertas para afuera. Dentro del vestuario, Egea sabe combinar pausa con momentos de agitación extrema.

Primer gesto de rabia. Poco tardó el oviedismo en conocer la vena más expresiva del entrenador. El 8 de agosto, en un amistoso sin más chicha que la de mejorar las sensaciones, Egea se levantó del banquillo del Reino de León y protestó ostensiblemente una decisión arbitral. Fue expulsado. La acción sirvió para mostrar la otra cara del técnico argentino. También sabía enfadarse.

Para la primera jornada de Liga, Egea tiró de los jugadores más utilizados en la pretemporada. Primera lección de coherencia. Esteban; Nacho López, David Fernández, Sergio Sánchez, Bautista; Generelo, Vila; Susaeta, Font, Valle; Linares. La lesión de Valle alteró el guión pero el argentino empieza a encontrar su estilo. Esa misma semana, se sincera ante LA NUEVA ESPAÑA: "En la temporada habrá altibajos, pero vamos a terminar arriba".

Un inicio eléctrico. El equipo empieza fuerte, con un ataque excepcional, aunque quedan cosas que mejorar en la parcela defensiva. El 28 de septiembre, en Valladolid, el equipo pierde 4-3. "Las desatenciones defensivas nos han costado el triunfo. Tendremos accidentes como éste, pero mejoraremos", asegura Egea al final.

El 16 de noviembre deja una de las mejores imágenes del Oviedo, que machaca al Murcia (4-1) en un ejercicio de solvencia y velocidad. Linares está en estado de gracia y anota otro triplete. El Oviedo es líder y el Tartiere celebra con euforia. Egea no se relaja: "Es importante ver la clasificación desde lo alto".

Otra alegría llegó en la Copa, competición en la que el Oviedo logró meterse en dieciseisavos de final y enfrentarse a la Real Sociedad. Egea jugó con los menos habituales dejando claro desde el primer momento que la prioridad era la Liga. "El Oviedo estará pensando en el ascenso", había anunciado con acierto Moyes en la previa.

Año nuevo, defensa reforzada. 2015 supone un cambio para el Oviedo. Egea monta un bloque menos espectacular pero más sólido. Con grandes réditos defensivos. Llegan al equipo Redondo, Dioni y Charlie. El 11 de enero, primer partido del año fuera de casa, fue el mejor ejemplo: empate sin goles, y sin brillo en Gijón. El equipo sigue sumando.

Es el 8 de febrero, tras unas semanas con algunos problemas, cuando el Oviedo da un golpe encima de la mesa. Llega en Guijuelo, ante una de las revelaciones de la Liga. Los de Egea acaban con las dudas a base de goles: 1-5. Egea es claro en su veredicto: "Yo nunca he dudado de este equipo". La afición, tras esa victoria, tampoco lo hará.

Marzo avanza a ritmo de crucero y en abril al Oviedo le espera el último peligro: el Murcia en La Condomina. La ventaja de 8 puntos con el segundo se mantiene con un insulso 0-0, muy beneficioso para los azules. Cuando solo quedan 6 partidos, el primer puesto parece en manos carbayonas. "No habrá debacle", defiende con firmeza ante la presa Egea para tranquilizar a los más temerosos.

Conquistando objetivos. Antes de encarar la recta final de la competición, el argentino recibió un apoyo decisivo a finales de abril. El que le dio el máximo responsable del proyecto, Arturo Elías. En una rueda de prensa vía telefónica, al yerno de Slim se le preguntó por la labor de Egea en el equipo y si era partidario de su continuidad. Elías no dudó en su respuesta: "Tengo que hablarlo con el club pero yo no tendría duda de que merece seguir como entrenador la próxima temporada". Egea sonrió ante los elogios: "Para mí es muy importante no fallar a la gente que me ha dado esta oportunidad".

Ante el Tropezón, finales de abril, tiene lugar un revés. El Oviedo pierde en casa ante los cántabros, deja escapar la posibilidad de asegurar matemáticamente el primer puesto y rompe la racha histórica de 19 partidos sin perder. "No hemos estado afortunados, especialmente yo", señala el técnico.

Santiago de Compostela vive la primera celebración del Oviedo, contenida eso sí, a principios de mayo. Cervero empata a 1 y los azules son primeros. Egea se lo toma con filosofía: "Vamos cumpliendo objetivos, pero aún queda un paso". El paso al que se refiere es el ascenso a Segunda, el objetivo por el que fue contratado por el Grupo Carso.

La fiesta de Cádiz. Aunque el apoyo desde México parecía firme, el play-off definiría el éxito o fracaso de la temporada. Así de cruel es el fútbol en Segunda B. El emparejamiento con el Cádiz prometía tradición, solera y dosis de buen fútbol. Para el partido de ida, en el Tartiere, Egea probó con su once más habitual: Esteban; Nacho López, Vila, David Fernández, Bautista; Omgba, Erice; Susaeta, Font, Valle; Linares. Claudio conocía el sistema y logró anularlo en el primer acto, con victoria parcial del Cádiz, 0-1. Tocaba remontar. Reaccionó el Oviedo, desde el banquillo. Sergio García y Cervero entraron y el partido se inclinó hacia la portería de Aulestia. El delantero anotó el 1-1 que abría las esperanzas azules para la vuelta. "El Cádiz no es favorito. La cosa está al 50 por ciento", dijo Egea convencido. No se equivocaba.

Y llegó el duelo de Cádiz. El partido del año. Egea retocó su idea. Generelo entró en el equipo titular por Omgba como gran novedad. El detalle tuvo efectos mágicos. El Oviedo ganó con una sensación de superioridad mayor que la que refleja el 0-1 final. Egea volvió a dar rienda suelta a la bestia sobre el césped del Carranza. Tocaba festejar. "Ver a tanta gente feliz no tiene precio", resumió su sentir.

Tras las celebraciones y cerrada la competición con el título de "campeón de campeones", Joaquín del Olmo anunció lo que todo el oviedismo barruntaba: "Se ha ganado la oportunidad de seguir dirigiendo la nave". El siguiente reto eleva el nivel, toca competir en Segunda. Y al argentino le apasiona este reto.

El futuro, con optimismo. No se ha caracterizado Sergio Egea precisamente por su conformismo. Sus mensajes lanzados al público y alejados de hablar de objetivos directos no deben confundirse con falta de ambición. Más bien al contrario. Nada más terminar el partido del Carranza y renglón seguido a los agradecimientos y felicitaciones, Egea fue claro en su exposición. "A partir de ahora, hacia arriba". La frase, en boca de Egea es algo más que una invitación a soñar.

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