La suya era la renovación más esperada, la más deseada. La continuidad de Sergio Álvarez (Avilés, 23-1-1992) en el Sporting es de esas que identifican un proyecto. A la importancia de atar a uno de los fijos de Abelardo, el técnico que le descubrió en edad juvenil y que alumbró su paso incluso cuando era un desconocido para la secretaría técnica, se añade el significado de dar galones a un futbolista de cantera que ha encontrado más obstáculos que ninguno. El avilesino ha probado los sinsabores de escuchar silbidos en El Molinón; de ser descartado por otros entrenadores, tragándose el orgullo y volviendo al filial; de incluso verse con las maletas hechas para probar fortuna en lugares como Córdoba cuando todos los fichajes llegaban para asumir su puesto. Detalles que a otros hubiera derrumbado y que, en su caso, le han hecho más fuerte. Hasta el punto de que ya nadie duda de que es uno de los pilares en los que se apoya el Sporting para consolidarse en Primera.

-Al fin ha llegado su renovación.

-Estoy feliz de seguir cuatro años en el equipo. Después de una temporada tan buena como la del año pasado quería continuar aquí. Mis compañeros, el cuerpo técnico y la afición estuvieron de diez y quería seguir disfrutando junto a ellos.

-¿Se siente ahora más valorado que nunca desde que llegara al primer equipo?

-Me siento importante. También me lo he ganado a pulso. Es un momento dulce, hay que aprovecharlo. Llego a Primera División en un buen momento, tanto a nivel personal como en lo colectivo.

-¿Cuando conoció que su continuidad estaba cerrada?

-Hace poco, días.

-¿Llegó a verse en algún momento fuera del Sporting?

-No. En cualquier negociación entre un club y un futbolista hay momentos tensos y otros no tanto, pero desde el principio del verano tenía clara cuál era mi prioridad. Se han tenido que poner de acuerdo las dos partes; tanto el Sporting, con Nico, como mis representantes y yo. Todos hemos hecho un esfuerzo por entendernos y cuando dos partes quieren ponerse de acuerdo... Creo que todos estamos satisfechos.

-¿Tuvo muchas novias?

-No lo sé. A mis representantes les transmití, desde el primer momento, que mi principal opción era la del Sporting y que tenían que centrarse en ella. Me hicieron caso, y también compartían que la del Sporting era una buena opción para jugar en Primera y seguir formándome como futbolista. A lo demás no le hice demasiado caso.

-¿Qué le da el Sporting que le diferencia del resto?

-Muchas cosas. Por un lado, el buen rollo que hay en el vestuario. Las grandes personas y futbolistas que hay en el equipo. Y también un cuerpo técnico excepcional, que le viene como anillo al dedo al Sporting. Si añadimos la comunión que existe con la afición, que además, en Primera, se volverá a volcar... Todo ello da más ganas de seguir creciendo aquí.

-Su futuro ha mantenido a la afición en vilo.

-Presta oir que la gente quiere que te quedes, que valoren tu trabajo, y que quieran que continúes muchos años en el equipo. Es muy bonito que te transporten su cariño.

-Aquel infantil que llegó a Mareo es ya un pilar.

-Llegué con trece años a Mareo. Hace diez años ya. Cuando empecé, de guaje, nadie esperaba que llegara a ser futbolista profesional. En las categorías inferiores siempre me han tratado bien y el trabajo y el esfuerzo de uno mismo acaba dando sus frutos. No ha sido un camino fácil, pero al final creo que he conseguido consolidarme como futbolista profesional del Sporting.

-¿Cómo afronta esta nueva temporada?

-Consciente de que va a ser una campaña difícil, de que el salto a Primera División es grande. Tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos, todos. También tenemos la ilusión y la confianza de que venimos de una temporada maravillosa, con grandes jugadores, un gran grupo, con intensidad, calidad y una actitud muy buena. Hay que afrontarlo con las máximas ganas posibles.

-¿Se puede lograr la permanencia sin fichajes?

-Claro que sí. No sé lo que podrá o no traer el Sporting y Nico. Yo tengo plena confianza en mis compañeros. He visto su trabajo y su evolución y es para ser optimista. Con tanta gente joven y con tanta ilusión está claro que todavía tenemos mucho margen de mejora de cara al futuro.

-¿Qué tal la toma de contacto con Nico?

-Bien. En lo que he podido hablar con él, me parece una persona muy seria y trabajadora. Le dedica muchas horas y seguramente ayudará mucho al equipo. Es una muy buena incorporación.

-Cuéllar y Juan Muñiz ya han renovado y Hugo Fraile y Rachid están al caer.

-Hay que intentar mantener a la gente que hizo posible lo vivido la temporada pasada. Creo que los compañeros que antes citó tienen todavía mucho que dar a este club. La continuidad de todos se convierte en una muy buena noticia para el Sporting.

-Vuelve a Primera División, el escenario donde debutó como rojiblanco.

-Tengo una espinita clavada, porque mis intervenciones en la anterior etapa en Primera División fueron más bien pocas. Ahora estoy con ganas de volver a jugar en esta categoría y demostrar que tanto Sergio como el Sporting somos aptos para competir en la élite.