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Fútbol | Segunda División

Un verano con mucha tarea

El Oviedo tiene que terminar de cerrar la plantilla, hacer cambios en el campo y poner en marcha la campaña de abonados

Carlos Peña, a la izquierda, dialoga con Jorge Menéndez Vallina en el Carlos Tartiere. MARÍA GÓMEZ

El regreso del Oviedo a Segunda también supone una carga de trabajo extra para el club, que ha de adaptar toda su estructura a las exigencias de la Liga de Fútbol Profesional (LFP). La más importante de todas las actuaciones no está en la mano de la entidad azul, aunque se vea directamente afectado por ella.

Y es que la sectorización del campo, exigida por la LFP, es un proyecto que se ha comprometido a poner en marcha el Ayuntamiento. Jorge Menéndez Vallina, presidente del club, explicaba durante su última comparecencia pública, en la presentación de Carlos Peña, que se trata de una actuación complicada y tranquilizó a la afición explicando que el arquitecto encargado de llevar a cabo la obra ya estaba preparando el proyecto. Si bien, reconoció que "no es sencillo" lo que se ha de llevar a cabo. Se trata de dividir el campo en parcelas, de las que no se podrá pasar de una a otra. Otros cambios en el campo, como la mejora de la iluminación, también se están poniendo ya en marcha. Todas ellas son necesarias no sólo para que el Oviedo pueda competir en Segunda, también para la celebración del partido que la selección española juega en el Tartiere el 5 de septiembre ante Eslovaquia.

Las obras para realizar la sectorización del campo traen consigo otra consecuencia para el club. Y es que hasta que el Oviedo no tenga en sus manos el proyecto no podrá poner en marcha la campaña de abonados, puesto que necesita saber exactamente la distribución de las localidades que quedarán tras llevar a cabo las obras.

Un asunto menos problemático es el de la ropa que vestirá el Oviedo la próxima temporada. El club ya ha llegado a un acuerdo con la marca Hummel para que vista a sus equipos. El presidente explicó en su última comparecencia que el club había negociado fuerte para llegar al mejor acuerdo posible y que por ello la nueva camiseta del Oviedo no estaría lista en el inicio de la pretemporada.

En su parcela, el director deportivo del club, Carmelo del Pozo, también se mostró bastante tranquilo en cuanto a la confección de la plantilla. El plantel azul ya cuenta con 17 jugadores, un número que Del Pozo considera como bastante aceptable y que le permite cierta capacidad de maniobra en el complicado mercado de Segunda.

Además, para el director deportivo azul las incorporaciones de Rubén Miño, Carlos Peña y Hervés han servido para dar solidez al proyecto y para que otros futbolistas puedan sentirse atraídos por el Oviedo.

Pero, más tarde o más temprano, han de llegar refuerzos que apuntalen la plantilla del regreso azul al fútbol profesional. En todas las líneas del campo, excepto en la portería, donde ya hay tres guardametas, parece necesaria la incorporación de algún jugador más para una temporada tan larga (42 jornadas) como la de Segunda.

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