El Guaje pone la mano en el fuego por los guajes, o lo que es lo mismo, Villa se muestra seguro de que este Sporting, sin fichajes y plagado de futbolistas formados en Mareo, saldrá airoso del reto de asentarse en Primera División. "El Sporting tiene jugadores de calidad y estoy convencido de que Abelardo volverá a hacer un equipo competitivo", aseguró ayer el de Tuilla, que defendió el nuevo proyecto del Pitu desde Nueva York, donde atendió, a través de videoconferencia, a los participantes del campus de Mareo. "Deseo que sea un buen año, y lo va a ser, estoy convencido", subrayó.

"Más allá de jugar bien o no, el Sporting ya demostró el año pasado ser un equipo competitivo, al que le hacían pocos goles, y logró el ascenso. Volverá a repetirlo", sentencia Villa en relación a la solidez mostrada por los de Abelardo. Mientras, un centenar de críos, los que componen el tercer turno del Campus de Mareo, le observan y escuchan a través de una gran pantalla colocada en Mareo y preparan una nueva batería de preguntas. Tarda poco en llegar la relacionada con cuándo se vestirá, de nuevo, de rojiblanco. "Me gustaría volver algún día, pero tengo tres años de contrato con el New York City y aquí estoy feliz", responde el protagonista, para disgusto de muchos.

Los niños, no sólo asturianos, sino de varios puntos de España y el extranjero, le recuerdan incluso el índice que se llevó a sus labios para acallar a la grada del Tartiere, en 2001, durante la celebración del segundo de los goles con los que el Sporting derrotó al Oviedo. "Era un derbi, todos conocéis mi sportinguismo, y no me estaban llamando guapo precisamente. Salió así. De todas formas, no es uno de los gestos del que más orgulloso me sienta", aclara el Guaje.

La conversación se alarga durante algo más de un cuarto de hora, y da tiempo para que Villa confiese, curiosamente, a pregunta de la neoyorquina Sandra Allen-Fernández, que "mi mejor gol fue con el Barcelona, en la final de la Liga de Campeones, ante el Manchester", y también que "mi partido más difícil fue el de la final del Mundial con España. El más complicado y el más bonito. Caer derrotado en un partido como ése hubiera sido muy triste, me tocó vivirlo con el Atlético, en otra final, como la de la Copa de Europa, ante el Madrid. Es duro". Villa aprovecha para asegurar que "me siento orgulloso de haber podido jugar, tres años, al lado de Messi" y también que la edad de retirada no entra en sus cálculos. "Quiero alargar mi carrera lo máximo posible", concluye.