Cuando Carmelo del Pozo presentó hace un año a Héctor Font dejó clara su intención desde el primer momento. "Es el tipo de futbolista que nos ayudará ante defensas cerradas", aseguró. La calidad de Font, un jugador que había disputado la Liga de Campeones con el Villarreal, estaba fuera de toda duda. Los más dubitativos con su incorporación señalaban otras razones referidas a su rendimiento en los últimos tiempos. La apuesta por Font fue exitosa: se convirtió desde la primera jornada en el encargado de armar el juego ofensivo y, a falta de goles, contribuyó con asistencias. Con matices diferentes, la apuesta por Edu Bedia tiene unas condiciones similares.

El del centrocampista cántabro es el fichaje que apunta de una forma más directa al talento puro. Bedia fue presentado ayer en la sala de prensa del Tartiere y Del Pozo no dudó a la hora de señalar sus virtudes: "Es un joven aunque sobradamente preparado jugador. Tiene muy buen trato de balón. Puede jugar en el doble pivote, de interior e incluso en la banda y meterse por dentro. Tiene calidad en el juego interior y algo especial: es muy hábil a balón parado. Es un fichaje importante". El protagonista opta por una definición más altruista. "Soy un jugador que sin los compañeros no sirvo. Necesito asociarme para que mi juego sea vistoso y sirva para algo", señala Bedia en su primera aproximación como jugador azul.

Su polivalencia es otra de las armas a tener en cuenta. Bedia llega para reforzar el doble pivote. Su presencia en la plantilla mitigará uno de los defectos más marcados del Oviedo de la temporada pasada: la salida de balón. Parece complicado hablar de fallos en una temporada tan redonda como la del año pasado, pero la falta de rapidez en la circulación (especialmente en los días menos inspirados de Font) se hizo evidente en determinados momentos de la competición. Bedia llega ahora para complementar el trabajo de Generelo, Omgba y Erice (también Vila y el juvenil Rivera pueden actuar en el doble pivote) como organizador. El cántabro también puede adaptarse a las posiciones de interior o en la banda.

Además de las virtudes señaladas, el nuevo jugador azul tiene otra arma a la que sacara rendimiento: el balón parado. Dicen los que conocen su juego en profundidad que su zurda es exquisita en las jugadas de estrategia.

El único borrón que presenta su expediente es la poca participación (lesiones como atenuante) en su último año en Munich. "La de Alemania no fue una experiencia buena, no salieron las cosas como quería", se limita a contestar cuando en la rueda de prensa se le pregunta por la aventura germana. Bedia solo participó en 9 encuentros ligueros (lejos de sus campañas redondas con 39 participaciones en el Barça B y 33 en el Hércules) y el Munich 1860 evitó el descenso a Tercera en una agónica promoción resuelta en el tiempo añadido del partido de vuelta.

Por eso, la oportunidad que le brinda el Oviedo de regresar a la Liga Adelante tiene un encanto especial para el centrocampista. "Cuando me enteré del interés del Oviedo no lo dudé", expresa. Y explica su razonamiento: "Me han llegado muchos mensajes dándome la enhorabuena por el fichaje y diciéndome que vengo a un sitio donde mucha gente quiere estar. Me sedujo la ambición del club".

Una ambición que también se refleja en una plantilla competitiva. "El año pasado el Oviedo era un equipo de Segunda bueno compitiendo en Segunda B. Y este año con los fichajes es un conjunto muy fuerte", cierra su intervención el pivote.