El Real Avilés sigue esperando por la llegada de nuevos jugadores, aunque Juanjo Prendes, encargado de la confección de la plantilla, espera que para el miércoles ya sean alrededor de doce los efectivos que empiecen la temporada a las órdenes de Pablo Lago, que por el momento, solo cuenta con cinco jugadores en el primer equipo. En la pasada campaña, ya ocurrió algo parecido y el equipo tardó en acoplarse. Sin embargo, a estas alturas el conjunto blanquiazul ya había comenzado la pretemporada y Josu Uribe contaba con 18 jugadores, aunque solo diez de ellos se quedaron finalmente en el conjunto de Segunda B.
El club blanquiazul ya lleva dos veranos complicados. Si el año pasado fueron las dudas de la continuidad de Real Avilés Nueva Gestión al frente del club; en este, la marcha de John Clarkson y la vuelta de José María Tejero a la gestión, han retrasado también el inicio de la confección de la plantilla.
A Chus Bravo, director general del club en la temporada pasada, le costó encontrar fichajes, pero sí contaba con la continuidad de buena parte de los jugadores de la anterior campaña. Había conseguido convencer a David, Dani López, Geni, Pascual, Omar, Gerardo, Fassani y Matías, aunque este último se acabó yendo cedido al Lealtad toda la temporada. Además, habían subido al primer equipo Cristian y Rony (éste tampoco comenzó la liga). Precisamente, Matías es ahora el único jugador que sigue con contrato en el Avilés, aunque hay esperanzas de contratar a Cristian, que se había marchado en el mercado de invierno. Otros cuatro jugadores entrenaban con el club mientras conocían su destino y dos más del filial participaron en los primeros entrenamientos.
En el mercado de fichajes, el Avilés de este año le gana la partida al de la temporada pasada a estas alturas, aunque por muy poco. Chus Bravo contaba con Dani Laviana, Adrián León y Jandro, mientras que ahora el equipo tiene cuatro nuevos jugadores: Nacho Fernández, Jorge Fidalgo, Nacho Méndez y Pantiga.
La temporada pasada fue complicada desde el principio y la rapidez con la que se tuvo que hacer la plantilla, entre otros problemas, desembocó en que el equipo se deshiciera y rearmara en el mercado invernal. El desenlace fue el descenso a Tercera División. Ahora, Pablo Lago tendrá que trabajar mucho y rápido para acompasar a los jugadores que le vayan llegando, para tratar de evitar repetir las sensaciones.
