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El Sporting sube el ritmo

La plantilla rojiblanca, que mira a Primera con ilusión, rebaja en cinco minutos el tiempo de ascensión del año pasado al Picu del Sol

El Sporting va más rápido en Primera que en Segunda. La ilusión que tiene el equipo rojiblanco se evidencia en cada entrenamiento pero ayer más aún si cabe tras la segunda jornada fuera de las instalaciones de la Escuela de Mareo. El equipo realizó una dura jornada física como ya hiciera el pasado jueves cuando los sportinguistas se fueron hasta la estación de Pajares pero ayer fue el turno de la ascensión al Picu del Sol. Los rojiblancos recorrieron los casi cinco kilómetros del recorrido de ida con un desnivel de cerca de cuatrocientos metros en cinco minutos menos que lo que les llevó la pretemporada del pasado curso. El año pasado el equipo que afrontaba la campaña en la categoría de plata del fútbol nacional empleó 37 minutos mientras que este lo hizo en 32. Todo pensando en la máxima categoría del fútbol nacional y con la ilusión del ascenso como bandera.

Ya había avisado Abelardo Fernández que si la semana pasada fue dura en el apartado físico, ésta lo sería más aún. Para empezar este segundo tramo de pretemporada, el preparador físico, Gerardo Ruiz, les preparó un plato fuerte. La subida al Picu del Sol en una jornada dura en la que los jugadores recorrieron unos diez kilómetros repartidos en un circuito de ida y vuelta donde la ida es la parte más complicada. El equipo encabezado por el masajista de la entidad, Diego Lobelle, se encaminó hacia el Picu del Sol a través de la senda verde de La Camocha pero lo más complicado es el desnivel de cerca de 380 metros hasta llegar a los 422 metros de altitud que se encuentra el área recreativa del Picu del Sol. El equipo hizo esta primera mitad en unos 32 minutos pulverizando la marca realizada el pasado curso en cinco minutos.

"Se trata de ir rápido para coger fondo" , como explicaba Pablo Pérez quien confesaba que "sí que nos comentaron que lo habíamos hecho en menos tiempo que el año pasado pero lo esencial es coger fondo para la temporada".

Los jugadores llegaron al Picu del Sol en grupo salvo alguno que llegó un poco más rezagado. Una vez coronada la cima todos quedaron maravillados por "las vistas que hacen que merezca la pena el esfuerzo" como explicó Hugo Fraile.

Nada más realizar los pertinentes estiramientos emprendieron el camino de regreso a Mareo en donde disfrutaron de una jornada de concentración. Tras la comida y una reparadora siesta volvieron al tajo. A las seis les esperaba una sesión sobre el terreno de juego donde el balón fue el protagonista pero hoy, más, otras dos sesiones. Una por mañana y la otra por la tarde.

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