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Fondo Norte

En el mismo caladero

El Sporting, por imperativo legal de la Liga, ha de pescar en equipos filiales y cercanías

A la vista de cómo evolucionan las gestiones del Sporting para conseguir los dos jugadores que puede incorporar parece claro que el caladero está en los filiales de los grandes, Real Madrid y Barcelona. La primera incorporación, la de Omar Mascarell, que gustó anteayer en la feliz presentación rojiblanca, procede del filial blanco. El siguiente objetivo, reconocido por los portavoces más solventes del club, Halilovic, llegaría procedente del Barcelona B. Ahora aparece el nombre de Antonio Sanabria, que no Antón Saavedra, ni Manu Sarabia, un paraguayo que por razones familiares creció en Cataluña, donde, a ver, fue captado por el Barcelona que luego lo traspasó, y bien traspasado, a Italia, de donde vendría a Gijón, en concreto de la Roma, antiguo feudo de Luis Enrique. Está claro que el Sporting tiene que pescar en el mismo caladero por imperativo legal, en el caladero de los filiales, de donde saca a los jugadores por los que el equipo nodriza no cobra y, además, les abona la ficha. A ver en qué terminan las dos negociaciones en marcha.

Las penurias rojiblancas son las que son, por lo que los objetivos no son futbolistas de largo recorrido en Primera, sino gente joven, como la que hay en la plantilla, de la que se espera sacar mucho. Sanabria no ha jugado mucho desde su salida del Barcelona B, pero hablan muy bien de sus virtudes quienes le conocen de cerca. A lo mejor ya han consultado con los entrenadores que ha tenido a lo largo de su carrera. Las maniobras rojiblancas están condicionadas por los designios de la Liga Profesional, que quizás algún día sea capaz de explicar con claridad las normas de la casa de la sidra en las que se basa para lastrar al Sporting de la forma en que lo está haciendo.

Todo esto pocas horas después de la primera fiesta rojiblanca, que abrió con éxito la Semana Grande gijonesa. Fiesta que hasta alcanzó mayor valor después del decepcionante empate del Real Madrid ante un modesto equipo noruego que hace algún tiempo cayó por cero a siete ante el Barcelona en un amistoso de verano similar al de las primeras horas de la tarde de ayer.

El optimismo inunda las grandes praderas rojiblancas, que observan las dificultades blancas para hacer gol. Benítez quita hierro al problema porque dice que los que meten los goles no viajaron a Noruega. Y, claro, viajarán a Gijón el próximo 23.

El Madrid tiene unas ventajas siderales sobre el Sporting, pero éste tiene la ventaja de que el equipo va a actuar sobre pautas ya conocidas, mientras que el grande ha de amoldarse a las nuevas directrices del nuevo entrenador, Rafa Benítez, que pone el acento en la seguridad defensiva, pero que quizá no haya llegado a las páginas de su manual que hablan del ataque. Con todo, que nadie equivoque el tiro: los partidos a resolver por los rojiblancos son los que juegue contra los equipos parecidos. ¿O no?

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