"El sueño era ganar en 2010 y cada vez se va haciendo más grande. Toca seguir soñando". Con esas palabras resumía Álvaro Fernández Fiuza el sentimiento de una pareja que ya se ha convertido en un mito del Descenso Internacional del Sella. Tanto Fiuza como Bouzán volvieron a imponer su ley, algo que para el gallego afincado en Asturias se convierte en "algo a valorar".

Su compañero, Walter Bouzán señaló que "desde fuera pudo haber parecido una victoria fácil, pero en realidad fue complicado". El palista ovetense admitía que "tras los primeros kilómetros en cabeza con el grupo, en una zona en la que había que pasar de uno en uno lanzamos un ataque, a ver cómo respondía la gente". Desde ese momento, no hubo nadie capaz de darles caza, ya que los hexacampeones impusieron un ritmo infernal.

Ambos piragüistas destacaron que se cometió un pequeño error en la salida. "El Sella es un sitio donde se pueden cometer muchos errores. Hoy mismo, en la salida, tuve un fallo grande cayéndome de rodillas", relató Fernández Fiuza, mientras que Bouzán aseguró que "nos repusimos rápido".

Los dos palistas aseguran que el Sella es una competición especial. Uno de los elementos más destacados es la gran afluencia de público entre Arriondas y Ribadesella. Para Bouzán, en esta prueba, "los piragüistas nos sentimos como futbolistas en estadios llenos, es algo superior a los Mundiales", mientras que Fernández Fiuza señalaba que "es la única competición de toda la temporada en la que podemos mezclar deporte y espectáculo, lo cual es muy bonito y gratificante". De este modo, el gallego cree que "ganar aquí es una satisfacción inmensa por toda la gente que hay".

La pareja hexacampeona partió desde el primer lugar de la salida, gracias al buen trabajo realizado en la contrarreloj del pasado jueves. Ambos coincidían en que este hecho pudo ser determinante para el triunfo final. "Permite mucha comodidad, ya que un error tan grande como el de hoy se pudo solventar. Si hubiésemos estado entre piraguas, hubiese sido mucho peor y más difícil de arreglar", cree Fernández Fiuza. En la misma idea incide Walter Bouzán. El palista ovetense admite que "el fallo de la salida pudo solucionarse fácilmente al salir en el primer puesto".

El gallego también opinó que "el triunfo de este año pudo haber sido el más fácil de los seis, pero también en el que más nerviosos estábamos ante un posible inconveniente en forma de avería". Finalmente llegó una nueva victoria, la sexta, la cual permite a esta pareja seguir acrecentando su leyenda y seguir escribiendo en letras doradas sus nombres en la historia del Descenso Internacional del Sella.