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Fondo Norte

Un error, una llegada y una salida

El final de Pedro en el Barcelona, con un gol triunfal, muestra la dificultad de dejar los grandes

Mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa: Luis Pujol, al que ayer, en un tremendo error, dábamos por fallecido, está vivo y bien vivo en su residencia de un acogedor pueblo de la provincia donde regenta un complejo hostelero junto a su mujer desde hace tres décadas. Un lamentable error de la fuente informante nos hizo caer en otro error del que, por suerte, nos sacó nada menos que Pepe Lavandera, amigo del citado Pujol desde que ambos coincidieron en selecciones españolas. Obligada rectificación y obligada petición de disculpas a los lectores y al propio Luis Pujol, al que deseamos una larga y venturosa vida. Faltaría más.

Y todo eso en el día en el que, por fin, Sanabria ha llegado a Gijón para sumarse al proyecto del Sporting, que lo presentará hoy después de su primer entrenamiento a las órdenes del gran timonel, que ayer, en León, repartió minutos con el fin de que todos los jugadores lleguen en condiciones a la competición. Mascarell y Sanabria son las únicas incorporaciones realizadas hasta el momento; queda otra más, aunque ahora aparecen nuevas versiones que apuntan a la posibilidad de que el cupo de fichajes pueda ser ampliado. Las cosas de la Liga de Fútbol Profesional son, por lo que se ve, así.

A la vista de las elecciones realizadas por Abelardo para los dos medios partidos del Reino de León, sucesor de la histórica Puentecilla, bello nombre en verdad, los dos medios partidos fueron asuntos menores. No hay mayores sorpresas a salvo de lo que Abelardo quiera hacer con los recién llegados y con el que está pendiente de aparecer.

Claro que el asunto, el tema, la cuestión del día es la salida de Pedro del Barcelona. Como en las mejores películas, va el canario marca el gol de la victoria en un otro título del Barcelona y se gana los titulares porque se da por hecho que se va a Manchester con Van Gaal, no con Pellegrini. Su polémica con el nuevo secretario técnico azulgrana, Roberto Fernández, que ha pecado de pardilllo en el caso, viene a demostrar, una vez más, lo costoso que es abandonar el Real Madrid o el Barcelona. Los clubes nunca aciertan, con excepciones, en las despedidas. El problema real es que los jugadores se han dado cuenta de que dejar cualquiera de los grandes de España es irse de cabeza al Leganés, llámese Manchester United o City, llámese Arsenal, Inter u Oporto. Es la realidad del fútbol actual.

Como es una realidad que José Mourinho y de las Alas Pumariño está enamorado de sí mismo y del conflicto. El último lo está teniendo con la doctora del Chelsea, que, por lo visto, saltó al campo a atender a un jugador sin permiso del entrenador. La doctora ha sido despedida del banquillo del equipo, aunque parece que seguirá desarrollando su labor en el vestuario. El barullo permite a Mourinho salir indemne del flojo partido de su equipo, terminado en empate en el propio campo ante un modesto de la Premier.

De regreso a los territorios rojiblancos, las buenas costumbres han de ser mantenidas; por eso, si pregunto, ¿molesto?; ¿cuántas ofertas de verdad llegaron para la compra del Sporting?, ¿cuántas compras fueron descartadas por los interesados? La historia de los movimientos orquestales en la oscuridad está por contar.

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