Marcelino le pegó cuatro pinceladas a su equipo al descanso y el Villarreal mejoró su cara. El gran cambio fue la entrada de Trigueros por Pina, que vino a reforzar ese discurso sobre la importancia de los centrocampistas buenos en el fútbol. El Villarreal bailó al son que marcaba Trigueros y el Sporting no encontraba el paso. Fue la fase más dura del encuentro para los rojiblancos, con ocasiones meridianas para Nahuel y Baptistao. Cómo lo vería Abelardo que invocó el factor Sanabria para espolear a los suyos. No es que el paraguayo dejara un recital de juego, pero sí que mostró algunos detalles interesantes.

Fue sólo un falso llano. El Villarreal permitió al Sporting animarse para que descuidase la guardia. Con el Sporting aún desordenado, el Villarreal cargó de nuevo y encontró una rendija por el centro de la defensa. Baptistao, cara a cara con Cuéllar, definió con la frialdad del que se sabe bueno. Una picadita sutil y balón a la red.

El Sporting se puso pestoso con el carrusel de cambios. Hasta que Carmona, ayer sorprendentemente animado, se echó el equipo a la espalda. El balear parece haber reaccionado al jarabe de banquillo que le ha recetado Abelardo y ayer, de nuevo en la derecha, quiso acreditar que tiene calidad para esta categoría. Fue, con permiso de Cuéllar, el mejor de los rojiblancos en el segundo tiempo.

Salvo un tapón de Cuéllar a Jonathan Pereira, el Sporting tuvo todas las ocasiones del último cuarto de hora. Un disparo con la zurda de Carmona tras un pase interior de Nacho Cases, alguna conexión del balear con Sanabria abobada en la Masía, y un remate acrobático y forzado del paraguayo fueron las más claras. Areola no se lució, pero la sensación de agobio era evidente.

Al Sporting aún le quedaba por lucir uno de los grandes argumentos que le ha traído hasta aquí. Las acciones de estrategia. Con Juan Muñiz y Carmona sobre el césped, cobraron una especial importancia. La buena noticia es que Abelardo ha renovado su repertorio y que siguen pareciendo igual de efectivas. En una de ellas, llegó la ocasión más clara.

El Sporting sale reforzado de un duelo desigual. El conjunto castellonense, que arranca un ambicioso proyecto, dominó a los rojiblancos en muchas fases y supo aprovechar las ocasiones. Ese quizá, sea el gran lastre rojiblanco.

Viene de la página anterior