El Avilés abre esta tarde frente el Mosconia y ante su afición una temporada que empezó muy complicada por el cambio de gestión tras la marcha de John Clarkson, pero que con el paso de los días se tornó en ilusionante por la calidad y competitividad de los jugadores que llegaron.
La plantilla es aún muy corta (15 futbolistas) y el problema para el técnico, Pablo Lago, es que los jugadores se incorporaron tarde y además las lesiones no le dejaron trabajar con todos durante la pretemporada. Pero eso ya es historia. Lo importante es que empieza la Liga y que ya hay puntos en juego en el intento de los blanquiazules de estar al final en los puestos de privilegio.
El central Otero será el único que se pierda el debut. El defensa sufrió una rotura en el adductor derecho durante el partido de la Copa Federación contra el Ceares en La Cruz y aún tendrá para un par de semanas, a pesar de que en principio se pensó en una recuperación más rápida.
El técnico incluyó en la lista a los delanteros Cristian y Marcos Torres, pero ninguno está en plenas condiciones por falta de entrenamiento y empezarán en el banco. Cristian lleva un mes parado por una rotura en el isquiotibial derecho, y Marcos Torres se acaba de incorporar y entrenó por su cuenta durante el verano.
Lago se queda así muy justo de jugadores de la primera plantilla para formar el primer once de la temporada, que probablemente será el mismo que empató (1-1) con el Marino el pasado domingo en la Copa Federación.
Guillermo estará en la portería; Jorge Fidalgo, Ibón, Pantiga y Borja Noval en defensa; Nacho Fernández (por delante de la defensa), Luismi y Nacho Méndez en la línea de tres del centro del campo; Jorge Rodríguez y Matías se repartirán las bandas; y Juanma en punta. Completan la lista el portero Emilio, Álex Gomes (ambos del filial), Josín, Cristian y Marcos Torres.
La prioridad para esta tarde es conseguir los tres puntos, tanto por la tranquilidad que supone siempre empezar con buen pie para un equipo como el Avilés que necesita tiempo para acoplar el grupo, como por lo que supone una victoria para un club y una afición que tardaron en digerir el traumático descenso de la pasada temporada. "Un triunfo es importante porque los buenos resultados dan mucha confianza para seguir trabajando y mejorando porque aún nos queda mucho trabajo por delante", comentó Pablo Lago en la previa.
En espera de la afición. La duda es la respuesta de la afición en este debut liguero. El club tiene unos 450 socios, de los que medio centenar son nuevos y el resto renovaciones, y la plantilla confía en que se siga la línea de la Copa Federación contra el Marino, un partido que llevó al Suárez Puerta en torno a los 600 aficionados. Lago tiene claro que es el equipo con su juego y buenos resultados el que tiene que animar a la gente a acudir al campo, y confía en que los jugadores consigan una buena conexión con la grada. "Queremos que la gente se incorpore y venga a disfrutar con su equipo", señaló.
