"Estoy bien. Me dejaron en el hospital una noche más que nada en observación porque fue un golpe muy fuerte en la cabeza, pero ya estoy en casa". Son palabras tranquilizadoras de Guaya, el capitán del Marino, que el pasado sábado llevó un fuerte golpe en la cabeza en Colunga que le llevó al hospital de Arriondas.

La jugada sucedió al borde del minuto 60, cuando Guaya y el local Viti chocaron al disputar un balón por alto cerca del banquillo azulón. El capitán del Marino fue el peor parado al recibir el golpe en la lateral de la cabeza y quedó conmocionado, por lo que fue trasladado en ambulancia al hospital donde pasó la noche del sábado en observación por pérdida de consciencia. El domingo por la mañana recibió el alta médica.

El jugador no recuerda lo que sucedió. "Cuando cogí un poco de consciencia estaba en el hospital, pero no me acuerdo de como era el campo, como fue el partido, de la jugada, ni de nada de dos horas antes del golpe", comentó ayer a este diario. Y añadió: "Ahora me viene alguna imagen a la cabeza, pero tampoco hago mucho esfuerzo por acordarme".

Guaya pasó ayer por la mañana por el entrenamiento en Miramar para recoger el parte federación por si tiene que hacer alguna prueba más, pero no entrenó y el técnico, Blas García, piensa en darle un descanso preventivo porque, señaló, "hay que tener cuidado con los golpes en la cabeza".

Daniel Espolita tampoco entrenó ayer. El centrocampista tuvo que retirarse en el descanso del partido contra el Colunga con una fuerte contractura en el psoas y está entre algodones.