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Sexto partido de la Roja en Oviedo

Una cuenta pendiente

La selección española busca en el Tartiere la esencia de su fútbol para derrotar a Eslovaquia y recuperar el primer puesto del grupo

Una cuenta pendiente

Siete años después de la última visita, la selección española de fútbol vuelve a Oviedo con algunas dudas, pero con las vitrinas llenas. Entonces, en vísperas de un partido frente a Letonia (2-0) que abrió las puertas de la Eurocopa que supuso el inicio de la etapa más brillante de La Roja, sólo Luis Aragonés parecía convencido de que aquella generación tenía recorrido. Dos Eurocopas y un Mundial después, Vicente del Bosque lidera una transición obligada tras el pinchazo de Brasil. España está lejos de la excelencia que alcanzó a comienzos de la década, pero tiene el potencial suficiente para ganar hoy a Eslovaquia y encarrilar la clasificación para un torneo en el que buscará el triplete, tras los títulos de 2008 y 2012.

Con la defensa asentada y un centro del campo con numerosas alternativas de calidad, la selección española ha sufrido en los últimos partidos por la falta de rematadores. Desde el amago de jubilación de Villa, que ya ha insinuado desde Estados Unidos que volvería encantado a la selección, España no tiene un delantero de referencia. Diego Costa parecía el elegido, sobre todo después de la pugna con Brasil, pero entre lesiones y falta de adaptación al estilo de La Roja sigue siendo una incógnita. Lesionado Morata, el que mejores sensaciones había dejado últimamente, el hispanobrasileño tendrá hoy una nueva oportunidad.

Asentado Silva como un jugador importante, la otra plaza del ataque español varía en función del estado de forma de los aspirantes. Pedro siempre ha sido una debilidad de Del Bosque, pero el canario pagó el año pasado su escaso protagonismo en el Barcelona. Ahora vuelve a ser protagonista en el Chelsea y, a tenor de los ensayos de la semana, hoy jugará de inicio frente a Eslovaquia.

Pese al adiós de Xavi Hernández y Xabi Alonso, la selección sigue sobrada de "peloteros" en el centro del campo. Del Bosque reconocía ayer que para los puestos de interior, flanqueando al indiscutible Busquets, puede elegir entre Koke, Cesc, Iniesta, Cazorla e Isco. Incluso Mata podría adaptarse a esa función, aunque últimamente está jugando más adelantado, por la banda derecha, en el Manchester United.

Desde que Arsene Wenger retrasó su posición, Cazorla se ha convertido en el generador del fútbol del Arsenal y ahí, como apoyo del mediocentro, ha jugado sus últimos partidos con la selección. Probablemente hoy, en su vuelta al campo que conoció en su etapa de juvenil, se siente iniciamente en el banquillo. Pero a la chita callando, Cazorla ya lleva 73 partidos con La Roja, lo que le convierte en el segundo asturiano del ranking, solo precedido por David Villa con 97.

Enfrente, España se encontrará con una Eslovaquia que vive el mejor momento de su historia. Con pleno de victorias en el grupo C, la selección dirigida por Jan Kozak está a punto de conseguir su primera clasificación para una fase final desde que se produjo la separación de Checoslovaquia. Los eslovacos tienen seis puntos de ventaja sobre Ucrania, la tercera clasificada del grupo, que en este momento tendría que ir a la repesca.

Eslovaquia se está mostrando, por encima de todo, como un gran bloque defensivo. El problema para Kozak es que hoy no podrá contar con los dos centrales titulares: Skrtel, titular del Liverpool, sancionado por acumulación de amonestaciones; y Durica, del Lokomotiv de Moscú, que está lesionado. Kucka, el centrocampista que abrió el marcador en el partido de ida y que acaba de fichar por el Milán, tampoco podrá estar hoy en el Tartiere por sanción.

Ante estas ausencias, buena parte de la responsabilidad de la selección eslovaca recaerá sobre los hombros de Marek Hamsik, el mediapunta del Nápoles que aporta desborde y capacidad de remate. Es, con tres goles, el máximo realizador de Eslovaquia.

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