"Nosotros sabemos lo que ocurrió y tenemos que solucionarlo nosotros, dentro del equipo", afirmaba ayer el entrenador del Marino de Luanco, Blas García. El técnico no quiso entrar en más detalles, pero la derrota del sábado en el campo del Tineo hizo herida y ahora toca curarla con actitud, empezando por mañana, en el partido de vuelta de Copa Federación, en el que el que el conjunto luanquín intentará pasar de ronda ante el Oviedo B, tras el empate sin goles en Miramar (El Requexón, 16.30 horas).

"Es otro tipo de partido ante un rival muy exigente y tenemos que saber jugarlo. Aprovecharemos la plantilla para que trabaje gente lo suficientemente fresca. Vamos a intentar afrontarlo bien", explicó el entrenador. Hoy la plantilla no tendrá su habitual jornada de descanso y realizará una nueva sesión de trabajo para terminar de preparar el partido ante el Oviedo B.

El equipo tiene una semana intensa, ya que el domingo vuelve a tener partido de liga ante el también recién descendido Langreo. "Es una semana muy exigente, pero nos va a medir a ver donde estamos. Insisto en que hay que aprovechar bien la plantilla para poder sacar algo bueno de los dos partidos. A ver si somos capaces de solventar la papeleta", añadió Blas García.

El técnico sabe que el equipo, que se ha dejado 6 puntos en estas tres primeras jornadas puede luchar por estar arriba: "Yo en el equipo no creo al cien, creo al 130 por ciento. El equipo cuando se pone, se pone, y hay otros días en los que no sale", sentenció.

El Marino se entrenó ayer por la tarde para tener un poco más de descanso y preparar bien el choque de mañana, en el que ya es seguro que no estará Ricky por motivos laborales. Espolita, por su parte, vuelve a ser duda. El jugador comenzó el entrenamiento de ayer, pero volvió a tener molestias musculares y tendrá que hacerse una ecografía para conocer el alcance de su lesión, por lo que parece que no estará tampoco disponible para el choque.