Purito Rodríguez también fue el más fuerte en los metros finales de la temible subida a la Ermita de Alba. El catalán en la montaña quirosana cumplió el sueño de arrebatarle el maillot de líder al italiano Fabio Aru aunque fuera por un sólo segundo. Si Purito reinó en los Picos de Europa en el final de La Caballar de Sotres, ayer volvió a hacerlo a los pies del Angliru y el Gamoniteiro, que será pronto otro final inédito. Mientras que el holandés Tom Dumoulin presentó mejor sus cartas a ganar en la contrarreloj de mañana en Burgos la Vuelta a España porque ayer supo defenderse bien en la terroríficas rampas del Principado e incluso tácticamente también supo impresionar a los rivales para que no le atacaran de lejos. Fue una etapa preciosa, en la que Asturias volvió a dar una imagen excelente, con un día espectacular y unos ciclistas deseosos de dar espectáculo.

Y para culminar una jornada excepcional de gran ambiente ciclista, con impresionantes paisajes en el Paraíso Natural, Frank Schleck, que fue muy grande venido a menos, logró ayer gracias a una escapada consentida en principio ganar en la cumbre cerca de la senda de los osos. Que el luxemburgués sea el primero en inscribir su nombre en la Ermita de Alba para la historia es muy importante para la nueva cumbre ciclista del Principado porque siempre se queda uno más lógicamente con el nombre de un corredor que tiene un palmarés relevante a sus espaldas.

Que los 185 kilómetros que separaban la soleada Luarca del alto de la Ermita de Alba atemorizaban a los grandes campeones en el pelotón se sabía porque era la etapa reina y más siendo el tercer día seguido de montaña. Así que de salida subiendo a Aristébano algunos valientes buscaron recuperar la gloria o alcanzarla. Fue el caso de Frank Schleck (Treck), Torres (Colombia), Verona (Etixx), Rolland (Eurocard), Moser (Canondale), Lemoine (Cofidis), Warbasse (Iam), Bennet (Lotto) y el genial Fraile (Caja Rural), que aprovechó la fuga para asegurarse el triunfo en la general de la montaña.

Rápidamente cogieron 10 minutos y se doblaron a 22 en La Cabruñana porque en el pelotón nadie quería poner el cascabel al gato de perseguir para anular la escapada ya que no había ninguna amenaza seria para los puestos de privilegio. Así que el triunfo de etapa iba a ser para los fugados donde Schleck y Torres se fueron definitivamente en la subida a La Cobertoria para luego el luxemburgués irse en solitario hacia el triunfo a 3 kilómetros de la meta de la Ermita de Alba.

Pero la gran batalla de la general, como se esperaba por falta de fuerzas, no se hizo ni en Tenebredo, ni en El Cordal y sólo mostró ambiciones el equipo del líder Aru acelerando en La Cobertoria con un fenomenal Diego Rosa imponiendo un gran ritmo, con lo que todo apuntaba a un final explosivo.

El ataque que vale un liderato, a falta de un kilómetro

Y todo quedó sentenciado para los 6,7 kilómetros de subida a meta con un desnivel medio de 11,2% y con rampas hasta del 23%. Ahí Rosa volvió a hacer un buen trabajo, que luego secundó su compañero Mikel Landa, el más fuerte de la Vuelta aunque no le dejan tomar responsabilidad porque se marcha en 2016 al Sky.

El alavés del Astana subía tirando del grupo para que nadie atacara y preparando la salida del líder Aru, pero el italiano volvía a tener parte de crisis y sufría en el grupo de elegidos. Así que Landa tuvo que ir con el freno mano echado, mirando más hacia atrás de no descolgar al líder. Esto lo aprovechó muy bien Dumoulin para ponerse a rueda del vasco, seguido de Majka, e impresionar a los rivales como que iba muy fuerte. Así fueron pasando los kilómetros y el holandés cada vez estaba más cerca de perder poco tiempo, mientras que otros como Valverde, Chaves, Dani Moreno y Pozovivo se descolgaban y las pasaban canutas.

Así se llegó al último kilómetro donde Purito Rodríguez esperaba su distancia, como hizo el día anterior en Sotres, para lanzar un fenomenal ataque e irse en solitario. Tuvo una gran reacción el líder Aru, más de coraje que de fuerzas, para intentar atrapar a Purito Rodríguez, pero cedió 2 segundos. Purito se colocó líder por un segundo. Otro candidato, Majka, seguido de Quintana, cedieron 10 segundos y el holandés Dumoulin salvó bien los papeles al ceder en meta 27 segundos -ahora está en la general a sólo 1-51- que no lo esperaba ni en sus mejores sueños.

Por otro lado, el gijonés Dani Navarro (Cofidis) no pudo cumplir su sueño de brillar en el paso de su tierra porque las fuerzas no le acompañan aunque intente meterse en las escapadas. Pero el escalador recibe el premio de su equipo de renovarle por un año más en el equipo francés. Navarro se ha quedado como único asturiano en la Vuelta tras la retirada de Samuel Sánchez hace un par de días, debido a una infección en una uña que le provocaba unos dolores terribles.

Hoy es jornada de descanso en la carrera, que se reanuda mañana con una contrarreloj de casi 39 kilómetros en Burgos de recorrido totalmente llano.