Tanto Langreo como Marino de Luanco han tenido que reelaborar sus proyectos para la presente temporada a consecuencia del descenso sufrido en la campaña anterior, cuando militaban en Segunda B. Ambos conjuntos han conseguido rehacerse y han elaborado plantillas para recuperar su plaza en la categoría de bronce.

Este domingo, ambos conjuntos miden sus fuerzas en Miramar, de la misma manera que hicieron la pasada temporada, pero en esta ocasión una categoría por debajo. Los dos enfrentamientos de la última temporada cayeron del lado langreano, tanto el disputado en Ganzábal como el que se jugó en Miramar.

El encuentro de Ganzábal supuso la primera victoria de los langreanos en su retorno a Segunda B. Transcurría la tercera jornada del campeonato y el Langreo había empatado ante el Racing de Ferrol y caído en su visita al Celta B.

La victoria ante el cuadro luanquín actuó como un bálsamo para el conjunto azulgrana. El tanto de Ortiz, a los 20 minutos de juego, otorgaba los tres puntos al equipo local.

En el encuentro de la segunda vuelta, la victoria fue más plácida para un Langreo que acumulaba varias jornadas sin vencer. Lo logró por 1-4 en Miramar, cuando visitaban a un Marino hundido en la tabla y virtualmente en Tercera División.

El Langreo consiguió los triunfos gracias a los tantos de Manu Blanco, Robert, Ortiz de penalti y Pablo Acebal. Con ese triunfo, el equipo azulgrana sumaba 30 puntos y aumentaba su distancia respecto a los puestos de peligro. Transcurría la jornada 22 de liga. En los 16 encuentros restantes, los langreanos solamente fueron capaces de sumar 13 puntos.