El español Marc Márquez (Honda) surgió entre la lluvia y el caos para imponer su estrategia y conseguir la que era su primera victoria en la categoría reina en el GP de San Marino, la cuarta de la temporada. Márquez, campeón vigente, vuelve así a lo más alto para reivindicarse en una temporada plagada de caídas y revalorizar sus opciones, aunque escasas, en el campeonato, inclinado aún más a favor del italiano Valentino Rossi (Yamaha) que, quinto y por vez primera en la temporada fuera del podio, rentabilizaba al máximo la caída de un Jorge Lorenzo (Yamaya) al que ahora supera en 23 puntos.
Lorenzo, Márquez, Rossi y Pedrosa ocupaban las cuatro primeras plazas de la parrilla y con los neumáticos de seco y las nubes amenazando lluvia Lorenzo salió como una exhalación llevándose tras su estela a Márquez, con una ligera ventaja ya sobre Rossi. Pero no se había cumplido la primera vuelta cuando los comisarios pusieron a ondear las banderas blancas, abriendo la posibilidad de ir a los garajes a cambiar de moto tras caer las primeras gotas.
Lorenzo marcó un nuevo récord en la pista de Misano en la segunda vuelta, con Márquez pegado a él, mientras Rossi se despegaba de Pedrosa. Diferencias mínimas en todo caso, con los pilotos tomando las curvas con tiralíneas para evitar las zonas mojadas, hasta que en la quinta vuelta arrecia la lluvia dando comienzo el baile de los garajes. El caos.
Lorenzo, Márquez y Rossi fueron los últimos en irse al taller a cambiar de moto. Lorenzo llega a tocarse en la salida con Márquez, mientras Rossi es el que más tarda en saltar de la montura con las ruedas de seco a la de agua. Al siguiente paso por meta (vuelta 7 de 28) pasaba a casi 4 segundos de su compañero Lorenzo.
Décima a décima, aprovechando también la pelea entre los dos pilotos españoles, Rossi fue acercándose al dúo de cabeza hasta pegarse a ellos. No se conformó con seguir su rueda y tomó la cabeza mientras el cielo daba poco a poco un nuevo giro y las nubes regresaban para amenazar con otra descarga de lluvia. Una amenaza que se hacía realidad a diez giros del final. Rossi, Lorenzo y Márquez se vigilan y tardan en tomar una decisión. Márquez es el primero que vuelve a cambiar de moto -nunca antes se había producido un doble cambio de montura durante un Gran Premio-; Lorenzo lo hace un giro después y Rossi al siguiente. Pronto quedó en evidencia que la estrategia de Márquez había sido la buena. El de Cervera arriesgó más y ganó más. Pero cuando Lorenzo soñaba con restar un puñado de puntos a un Rossi castigado por su conservadurismo se pasaba de largo en la penúltima curva de Misano y daba con sus huesos por los suelos. Primer "cero" de la temporada. Un duro golpe para el balear, más en lo anímico que en lo físico.
Márquez puso rumbo ya sin presión hacia su cuarta victoria del año mientras la grada, teñida de amarillo en honor a Rossi, celebraba su quinta plaza como una victoria; un botín de 11 puntos que alejan a 23 a Lorenzo. Pero aún quedan cinco carreras en el calendario y hasta Márquez se permite mantener el sueño de la remontada.
