Marino y Langreo acabaron firmando el empate en un partido que pudo ganar cualquiera de los dos. Claudio hizo sangre en la fragilidad defensiva de los luanquinos, mientras que los locales reaccionaron el segundo tiempo y estuvieron a punto de quedarse con los tres puntos.
El Langreo pudo marcharse al descanso con mayor ventaja que el 0-1. Movió el banquillo Blas García en el descanso y a los 20 segundos llegó el empate. Claudio replicó cuando parecía cercano el segundo del Marino y el adelantero langreano tuvo en sus botas la sentencia. A base de coraje, el Marino se rehizo, logró el empate en el tramo final e incluso pudo ganar en una falta lanzada por Samuel que desvió Adrián.