El nuevo Ali Sami Yen de Estambul marcará hoy la vuelta del Atlético de Madrid a la Liga de Campeones, su gran desafío desde la final perdida en 2014 y retomado esta temporada desde el grupo C, con el Galatasaray y sus figuras Sneijder y Podolski como primeros obstáculos de su camino europeo.

A la exitosa era del argentino Diego Simeone al frente del equipo rojiblanco aún le falta un título. Ha ganado una Liga, una Copa del Rey, una Liga Europa y dos Supercopas, una de España y otra de Europa. Todos los grandes trofeos están en el palmarés del equipo en los últimos tres cursos y medio menos uno: la Liga de Campeones.

Hace un año y cuatro meses, en Lisboa frente al Madrid, se le escapó en el tiempo de descuento, cuando ya acariciaba la gloria del campeón, y en la posterior prórroga. Desde entonces, como ocurrió en la final perdida en 1974, el Atlético y este torneo mantienen una deuda pendiente. El curso pasado llegó hasta cuartos.

También la de hoy es una prueba para la capacidad de reacción del Atlético, derrotado el pasado sábado por el Barcelona (1-2) en el Vicente Calderón y avisado del inicio de la Liga de Campeones del pasado curso, cuando comenzó con un 3-2 en contra en Grecia ante Olympiacos.