El Shakhtar Donetsk tampoco fue capaz de quebrar la buena racha de resultados que lleva el Madrid desde que falló en el primer partido de Liga, ante el Sporting. El comienzo de la Liga de Campeones le resultó tan plácido a los blancos como lo fueron con anterioridad los partidos ante el Betis y el Espanyol.
Cerca se quedaron los de Benítez de las cifras goleadoras que consiguieron ante andaluces y catalanes y su mayor estandarte en cuestiones anotadoras, Cristiano Ronaldo, marcó tres de los cuatro, dos de penalti, y lleva ocho en dos partidos. Sólo quedó un gol para el resto, como había pasado ante el Espanyol, y fue también el mismo el que lo marcó, Benzema, aunque esta vez no a pase del portugués sino del portero rival, que le dejó franco el balón al fallar estrepitosamente en su intento de atajarlo.
Los blancos, aun sin gran lustre, dominaron por completo a un rival que dejaba hacer y que por tanto recibió un duro castigo, porque ya sabemos cómo se las gastan los Ronaldo, Benzema y compañía cuando disponen de espacios.
Al castigo hasta ayudó el árbitro, que a instancia del asistente de fondo pitó un penalti inexistente, el que supuso el segundo gol, que acabó definitivamente hasta con el ánimo de los ucranianos, después de que poco antes se hubiesen quedado incluso con diez por una expulsión.
La contundente victoria se ha visto ensombrecida por la lesión de Bale, que por lo visto tiene una rotura muscular. Está pendiente de que se le hagan pruebas mañana, al igual que otros que se retiraron antes de tiempo, como Varane, por un golpe en un tobillo, y Sergio Ramos, con una contusión en un hombro.
