"Estamos haciéndonos los unos a los otros, porque hay bastantes jugadores nuevos, pero creo que son los resultados los que no nos acompañan. El juego que estamos haciendo está siendo bueno y si seguimos así, vamos a empezar a sumar de tres en tres y vamos a poder pelear arriba", explica César, autor del primer gol del Marino de Luanco en el empate 2-2 ante el Langreo en Miramar. El jugador llegó este verano a Luanco, procedente del Oviedo de División de Honor juvenil.

A sus 19 años, el centrocampista se ha hecho con un sitio en el equipo y ya lleva dos goles en su debut en Tercera. "Si me lo dicen hace mes y medio, me costaría creerlo. Ahora toca seguir trabajando. Tuve que marchar del Oviedo en busca de minutos y al final estoy teniéndolos", explica César. De hecho, hasta a él mismo le pilló de sorpresa. "La verdad que no me esperaba tener la adaptación que he tenido y la confianza que me dio el mister desde el principio, que me puso a jugar. Tuve suerte y me acompañó el juego, así que de momento muy a gusto. Lástima que no llevemos a algún punto más", añadió.

El jugador recibió ayer la noticia de que está convocado para el entrenamiento de la selección asturiana para la Copa de Regiones UEFA. Sin duda, será uno de los jugadores más jóvenes que participarán el miércoles de la próxima semana en la sesión. El guardameta Davo, el defensa José Ángel y los centrocampistas Riki Navarro y Pablo Hernández, también están convocados para ese primer entrenamiento de la selección asturiana, junto a otros 21 jugadores de otros equipos asturianos.

De momento, les toca pensar en el partido del próximo domingo en el campo del Lugones (12.00 horas). "Hay que ir a por los tres puntos como sea, porque necesitamos ganar para acercarnos arriba", sentencia César, que afirma que el equipo está motivado: "Estamos un poco así porque los resultados no han acompañado mucho, aunque esto es muy largo y si seguimos haciendo las cosas bien, posiblemente estemos arriba. Nosotros vamos a poner todo lo que tengamos cada partido e intentaremos poner al Marino arriba del todo", señala.

Y el personal, más todavía: "Yo vengo de juveniles y estar en un equipo como el Marino, que ya tiene una afición detrás, gente que quiere al equipo, quieras que no, es una responsabilidad. Cada vez que sales a jugar estás defendiendo un escudo de un equipo de primer nivel. Es un año para aprender, para luchar y para competir", explica. Y parece que el objetivo de aprender le va muy bien: "Cada jugada, estoy aprendiendo. Los compañeros me ayudan y me corrigen, vienen de Segunda División, de Segunda B, incluso de Primera y es una ayuda increíble, en los partidos y en los entrenamientos".