Resistencia, fuerza, destreza y, en ocasiones, agilidad para sortear las dificultades del recorrido. Todo ello para intentar superar con la mayor velocidad posible los 24 obstáculos que formaron la Storm Race que se celebró ayer en la gijonesa Playa de Poniente. La arena se convirtió en otro obstáculo, un plus con el que contó la prueba, ya que los 500 participantes tuvieron que recorrer la mayoría de los 5,7 kilómetros por esta superficie. Ello, unido a que el agua también entró en juego a partir del obstáculo 13, hizo más pesada una prueba espectacular y en el que los atletas demostraron sus dotes físicas para dejar atrás las dificultades del camino.

Escalar paredes, arrastrar neumáticos, ascender por la cuerda, reptar por la arena para no acabar electrocutado o saltar el fuego para no quemarse, fueron algunos de los obstáculos que los valientes atletas dejaron atrás antes de cruzar el arco de meta. Dentro de un ambiente espectacular cargado de deporte y en el que cruzar la meta era el mejor premio posible para compensar el gran esfuerzo exigido, el triunfo absoluto de las diferentes categorías era el premio extra.

Separadas por distintas categorías, hubo varios deportistas que levantaron los brazos como vencedores. En las categorías individuales, los triunfos recayeron en categoría masculina en Miguel Pinto, que completó el recorrido con un tiempo de 28 minutos y 46 segundos, y en femenina en Andrea Friegre que lo hizo con un tiempo de 34:36.

En la categoría por parejas, el triunfo en hombres fue para Luis Ángel Fernández y Ricardo Vargas, mientras que en mujeres la victoria fue para María José Muñoz y Arancha Lazcano. También en parejas, en este caso en mixtos, Ester Rodríguez y Tomás Fernández fueron los más veloces en cubrir el exigente recorrido. En la clasificación por equipos la victoria final fue para el equipo de Atletas de Barrio 1, que estuvo compuesto por Iván Morillas, María Hernández, Fernando Martínez, Juan José Gómez y Diego Fernández.

La prueba, organizada por el Triathlon Festival Club, resultó un éxito rotundo en la playa de Poniente, que levantó una gran expectación a su alrededor.