Manuel Fernández Muñiz (Gijón, 9 de mayo de 1986) pasó en unas horas de sentirse un exfutbolista a formar parte del grupo de elegidos en España. Después de una temporada en el Recreativo, dos en el Alcorcón y una en el Alavés, a finales del verano pasado a Manu no se le abría otra puerta que la de alguna liga extranjera de segunda fila. Lo descartó: "Conozco compañeros con muy malas experiencias. si no vas a clubes contrastados corres un riesgo muy grande".

Así que cuando ya pensaba en enfocar su vida sin el balón llegó una llamada providencial desde La Coruña. "Fue de la noche a la mañana. El Dépor necesitaba un portero y a mí me encantó la idea de volver". Porque en el Deportivo Manu había tenido la oportunidad de completar su formación, tras sus inicios en Mareo, y de sentirse jugador de Primera División. Sólo fueron nueve partidos de Liga, entre las temporadas 2009-10 y 2010-11, pero también de grandes recuerdos.

Manu sabía que su fichaje tenía que ver con la lesión del titular, Fabricio. "Asumo el rol que me toca: dar calidad a los entrenamientos y ayudar a los compañeros. Y trabajar por si llega la oportunidad". Algo parecido a su anterior etapa: "Entonces tenía delante a Aranzubía, que era uno de los mejores porteros de la categoría". El gijonés asegura que fue una buena experiencia, pero quería jugar y el Recreativo le dio la oportunidad de reivindicarse.

"En Huelva me acogieron muy bien, con el Alcorcón jugué un play-off de ascenso y en Vitoria encontré estabilidad a nivel de club y de afición", repasa señala Manu como repaso de sus últimos cuatro años. Pero no lo cambia por su situación actual: "Estoy disfrutando muchísimo.He vuelto a una ciudad que conozco muy bien a un club que pasa por un buen momento. Así que no puedo pedir nada más, sólo vivir el momento".