El Caudal sumó su primera derrota de la temporada en la visita del Real Avilés al Hermanos Antuña. Los mierenses perdieron por 0-1 en un duelo especial pues era el del regreso del que fuera técnico blanquinegro el pasado curso, Pablo Lago, y de muchos ex como Nacho Fernández, Pantiga o Nacho Méndez. Un duelo de dominio caudalista ante un Avilés muy defensivo y que se decidió con un tanto en el tramo final del mismo y tras mucha polémica. A los locales el colegiado Álvarez Lana les anuló un gol con cero a cero en el marcador y les expulsó a Ríchard entre las protestas del graderío.

Iván Ania, técnico caudalista, se mostró crítico con la labor arbitral, sobre todo con la roja a Ríchard, que consideró "rigurosa" pero también con su equipo tras recibir el tanto "en una jugada en la que nos entretuvimos al sacar el balón".

El entrenador blanquinegro reconoció que sabía perfectamente cómo iba a ser el duelo pues "lo planteamos tal y como se dio, con un Avilés metido atrás jugando con dos delanteros e intentado sorprendernos en velocidad a la espalda de nuestra defensa en cada error que cometiéramos y creo que lo manejamos bastante bien pero los partidos se deciden por detalles y el error final hizo que nos quedáramos sin sumar". Eso sí, el ovetense fue claro: "Sabíamos qué tipo de partido iba a plantear el Avilés, que se iba a replegar e intentaría sorprendernos a la contra pero lo que no me esperaba era que nosotros jugáramos con tan poco ritmo. Nos faltó velocidad para sorprender a un equipo tan replegado como estuvieron los avilesinos".

Si la falta de ritmo y el error en el tanto avilesino son las causas de la derrota para Ania lo que también lamentó fue la roja a Ríchard. Una expulsión que llegó en el minuto 70 cuando el Caudal dominaba y el marcador era de empate a cero. El técnico explicó que "quedarte con un hombre menos siempre es un handicap. La expulsión creo que es rigurosa pero se dio así aunque con un jugador menos intentamos ir a por el partido. No nos conformamos con el empate pero al final perdimos en un error nuestro". Esa jugada en el minuto 86 decantó el partido y llegó en una "jugada que se solucionó bien al principio pero luego nos quedamos dormidos y acabamos recibiendo el tanto".

Con todo Ania reconoció que "te vas para casa con mal sabor de boca porque una derrota no le gusta a nadie pero ya sabíamos que la Liga no iba a ser un camino de rosas, ahora toca hacer autocrítica. Saber qué hicimos bien, qué mal y trabajar para mejorar. Estamos en la quinta jornada y queda mucho. Nos tiene que servir para aprender".