Un cabezazo de Deyverson en el tiempo de prolongación dio un punto al Levante ante el Eibar, que había obtenido una jugosa ventaja de 0-2 justo después del descanso gracias a dos goles de Borja Bastón. Hasta ese momento, el conjunto vasco había jugado mejor y no había sufrido verdaderos apuros, pero el Levante reaccionó a partir de entonces. Morales puso el 1-2 en el marcador y abrió la esperanza de levantar el partido. Los cambios introducidos ayudaron al conjunto local que logró el empate en el tiempo añadido gracias a Deyverson, uno de los que había salido desde el banquillo.