El Avilés se está acostumbrando a ganar y ayer disfrutó de otro lunes, el cuarto consecutivo, de buen humor y alegría tras el triunfo (4-1) ante el rocoso Ceares, más holgado en el marcador que sobre el terreno de juego, sobre todo hasta que Cristian sentenció con el tercer gol. "Con victorias se trabaja mucho mejor", dice el técnico, Pablo Lago.

El equipo va mejorando, aunque en la primera parte contra los gijoneses no hubo claridad de ideas para encontrar espacios entre las dos líneas defensivas de cuatro hombres montadas por el técnico cearista, Miguelín Fernández, pero en la segunda el equipo estuvo más suelto. "El primer gol nos vino bien porque nos quitó mucha de la ansiedad que teníamos en la primera parte por hacer un gol que no llegaba", razonaba ayer Lago.

El técnico siempre confió en la remontada tras el gol de Pablo en el primer tiempo porque, explicó, "con el paso de los minutos el equipo suele ir a más, sobre todo en casa, y hay que tener mucha paciencia para esperar el momento y aprovecharlo". Y bien que lo aprovechó el Avilés con cuatro goles, ninguno de ellos a balón parado que había sido el punto fuerte del equipo hasta ahora. "Tenemos jugadores con gol arriba y otros en el medio del campo con mucha calidad y en el momento en que se encuentren cómodos y sin esa ansiedad por marcar, creo el rendimiento irá a más por parte de todos".

Las perspectivas, según el técnico avilesino, son esperanzadoras. "Siendo conscientes de que tenemos ese potencial y de que el grupo se va conociendo mejor, lo demás es tener mucha paciencia".

El handicap es que el equipo sigue arrastrando el retraso en empezar a trabajar y los técnicos tienen que tomar decisiones y hacer pruebas directamente en los partidos. "Son pruebas de posiciones y de jugadores que deberían de estar hechas desde hace mucho tiempo, pero nos toca hacerlas en la Liga y sacar conclusiones. Lo bueno es que probando posiciones seguimos sacando los partidos y eso ayuda mucho a crecer", explicó Lago.

Unas pruebas que el domingo afectaron a Luismi, que empezó en banda, y Nacho Méndez que lo hizo arriba, pero se cambiaron las posiciones tras el descanso y fue un éxito porque el equipo tuvo más soltura. "La primera vez que entró en juego Nacho Méndez por la izquierda fue el primer gol, y Luismi tuvo más libertad para moverse y llegar al área, que yo creo que es su posición", comentó el técnico. "Son cambios y posiciones que vamos encontrando en distintos jugadores y que nos tienen que ayudar con el paso de los partidos, como Marcos en el lateral y Matías jugando por dentro", añadió.

El Avilés es tercero con 15 puntos, los mismos que el Caudal y uno menos que el líder Colunga, pero la tabla no es ahora la principal preocupación de Lago. "Estamos muy contentos y el liderato es una aspiración, pero nuestro objetivo en la primera vuelta es ser muy competitivos, estar ahí y no perder comba con los que van arriba, luego ya veremos". El técnico es consciente de que las ligas se deciden en los diez últimos partidos. "Ahora solo nos preocupa seguir trabajando y sumando puntos para tener opciones en la segunda vuelta de meternos en play off. Es cierto que había muchas dudas al principio y que ahora estamos bien pero esto es muy largo, aunque si tenemos opciones de estar arriba vamos a ir a por todas".

Los blanquiazules se medirán el domingo (17.00 horas) al Llanes en San José, una plaza difícil. "Es otra prueba muy importante ante un buen equipo con jugadores de mucha presencia física para aprovechar el campo y nos va a costar muchísimo, pero confiamos en que la buena dinámica nos ayude y que sigamos haciendo gol porque creo que defensivamente estamos bien, y es bueno que el equipo esté muy sólido atrás porque los goles acabarán llegando", concluyó Lago.