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La Masía al rescate

La entrada de Jordi Alba, Munir y Sergi Roberto levanta a un Barça que sufrió durante 80 minutos ante un incansable Bayer

Sergi Roberto aprovecha el rechace de Leno, tras remate de Munir, para marcar el gol del empate adelantándose a Papadopoulos. SERGIO PÉREZ / REUTERS

A falta de diez minutos, todas las rotativas tenían preparado el título para el partido del Camp Nou: sin Messi no hay paraíso. Pero en poco más de 60 segundos, toda la frustración azulgrana se convirtió en una descarga de adrenalina con dos goles con el inconfundible aroma de La Masía. El segundo lo marcó Luis Suárez, pero se lo trabajó Munir, que ya había intervenido en el primero, mediando entre el centro de Jordi Alba y el empujón a la red de Sergi Roberto. Todo eso llegó cuando el barcelonismo bordeaba la depresión ante la impotencia de su equipo y la caída de otro futbolista fundamental, Iniesta, que se marchó palpando el muslo derecho. Así que Luis Enrique tendrá que seguir armando el rompecabezas.

El equipo de la Bayer fue un auténtico dolor de cabeza para el Barcelona. Además del despliegue físico esperado, los alemanes demostraron en el Camp Nou que saben jugar al fútbol. Durante el primer tiempo no sólo sujetó al Barça, sino que buscó el área de Ter Stegen con dinamismo y ambición. El portero evitó el desastre al descanso con dos grandes paradas a Chicharito y Bellarabi, pero en la memoria del aficionado quedará su error, uno más, en un saque de esquina. Lo lanzó con mucho veneno Çalhanoglu, pero Papadopoulos peinó en el área pequeña.

El 0-1aumentaron las dudas de un Barça al que todo se le hace muy cuesta arriba en este inicio de temporada. Sin el desatascador habitual, el juego azulgrana cayó en la monotonía, sólo rota por un par de llegadas aisladas: en el minuto 9 Sandro se topó con el brazo extensible de Leno; y en el 38, Papadopoulos volvió a resultar decisivo para desviar bajo el larguero el remate de Sandro tras recoger el rechace del poste a un tiro de Neymar.

Tras el descanso, Chicharito falló un gol cantado, en lo que acabaría siendo su adiós. Y casi de su equipo. Por cansancio, o por conservadurismo, el Bayer reculó. Y el Barça, a fuerza de insistir, empezó a inquietar a Leno. Luis Enrique, con los cambios, ayudó lo suyo. Se comprobó en el 1-1, en jugada iniciada y finalizada por Sergi Roberto, con intervención de Jordi Alba y Munir. Un minuto después, a trompicones Munir encontró a Luis Suárez, que coló el balón por la escuadra. Y se lo dedicó a Messi.

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