Pablo Pantiga, gijonés de 34 años, es el capitán del Avilés aunque en principio había sido nombrado Matías. Pantiga es un clásico en Tercera y Segunda B. Pasó por el Unión Popular de Langreo, Marino (con ascenso a Segunda B incluido), Caudal y estuvo dos etapas en el Lealtad, la última la pasada temporada en Segunda B en la que jugó 34 partidos y marcó un gol. El gijonés firmó por esta temporada con opción a otra.

-¿Por qué se produjo el cambio en la capitanía?

-Fue una decisión de la plantilla. Un día se dijo en el vestuario que pusiera yo el brazalete y así quedó hasta hoy, sin más. Es una anécdota sin ninguna importancia. Estamos los tres: Matías, Nacho Fernández y yo, y cualquiera lo puede llevar.

-¿Es consciente la plantilla de que está volviendo a generar ilusión en una afición que acabó destrozada el pasado año?

-Esa era nuestra intención. Desde el primer día teníamos claro lo que teníamos que hacer por nosotros, por el club, y por la afición. Sabíamos que después del revuelo que se vivió en el verano y de todas las dudas, los únicos que podíamos remediar esa situación éramos los que estábamos en la plantilla. Ni la directiva, ni el público, nadie. Éramos los jugadores obteniendo buenos resultados, y esa fue la premisa número uno que se puso en el vestuario desde el primer día, porque si nosotros hacemos bien las cosas, lo demás va a venir rodado. Seguro.

-Y las cosas están saliendo...

-Si y cuanto mejor vayamos deportivamente mejor para el club y para la afición, y más si cabe porque hay mucha gente que está esperando con la pistola cargada para ver que pasa este año en el Avilés. Yo creo que la afición agradece el esfuerzo de todos y poco a poco se da cuenta de que el proyecto puede ser ilusionante.

-¿Asustan las malas experiencias que tiene el club de buenos inicios y malos finales?

-Sabemos de esas experiencias pero en esta ocasión, y visto desde dentro, parece que las cosas se están haciendo bien. Poco a poco, pero con un criterio y con una idea. Supongo que eso también se refleja fuera y si analizamos fríamente la situación, yo creo que tenemos mucho más mérito por estar donde estamos por las dificultades y los problemas que hemos tenido.

-También un poco de suerte en algunos partidos

-Es verdad que estamos teniendo esa cierta dosis de fortuna que se necesita en ciertos momentos, tanto en los partidos como con las lesiones y en lo que conlleva un equipo de fútbol que nos están ayudando.

-¿Es cierta la imagen que dan de ser un buen grupo?

-El grupo humano es excepcional, más que excepcional diría yo. Y después de llevar muchos años en el fútbol, considero que eso es tan importante o incluso más que la calidad de los jugadores, que lógicamente también es necesaria. El buen ambiente, transmitido también por el cuerpo técnico, y el compañerismo que hay es fundamental para que estemos donde estamos (terceros a un punto del líder Colunga) después de todos los problemas iniciales porque si no tienes gente que esté un poco centrada y que trabaje con calma y con paciencia, que no se ponga nerviosa, podrían ser las cosas muy distintas.

-La actitud del equipo lleva al optimismo, pero aún queda mucho por delante...

-Si, lo sabemos y todos tenemos los pies en el suelo porque si miramos hacia atrás vemos que alguno de los partidos que hemos ganado lo podíamos haber perdido o empatado. Tampoco es que seamos el dream team ni el equipo del siglo, y somos conscientes de ello. Nos queda muchísimo que mejorar como equipo, pero cuando las cosas quieren salir bien salen, aunque sabemos que pueden venir malas con lesiones, resultados inesperados o dudas. La gente tiene mucha cabeza y somos conscientes de que tenemos muchas limitaciones.

-¿Se necesitan refuerzos?

-Yo creo que sí, que la plantilla está un poco justa porque hay gente que está en puestos que no son habituales, como Marcos Torres y Jorge Fidalgo que juegan de laterales. Falta gente de banda, y el portero suplente es del filial. Si analizamos todo fríamente tiene mucho mérito que llevemos 15 puntos. Ha venido Dudi, pero creo que uno o dos más nos vendrían bien porque son muchos partidos, vamos a jugar la promoción y en el play-off siempre puede pasar cualquier cosa. Si estamos un poco cogidos con pinzas, la competición nos puede castigar.

-¿Ya se ve en promoción?

-Hay que ser conscientes y consecuentes de donde estamos, y el Avilés tiene que jugar la promoción. Estamos obligados porque es el Avilés, acaba de bajar de Segunda B y cualquier cosa que no sea eso no estaría bien.

-Por veteranía en el equipo no va a quedar...

-No. El otro día nos reíamos en el vestuario porque entre Guillermo, Nacho Fernández, Otero y yo casi llegamos a los 150 años. Llevamos mucho en el fútbol y lo que se pierde de físico por la edad se gana en cabeza, en ser más frío, y eso es muy bueno para los defensas. Para mi es un placer jugar a su lado y si están ahí es porque hicieron las cosas bien y lo siguen haciendo bien.

-Viéndolo jugar, parece que para usted no pasa el tiempo

-Me encuentro muy bien. A final de la pasada temporada acabé cansado porque los años pesan y viajar cada quince días es complicado, pero este año me siento mejor de lo que esperaba a estas alturas porque a los veteranos nos cuesta más entrar. Espero que siga así, incluidos los resultados, porque si son buenos ayuda a que todo el mundo sea mejor.

-¿Cómo se llevan con los jóvenes que vienen empujando?

-Muy bien. Hay varios rangos de edad en el vestuario, pero da igual porque el ambiente es espectacular. Los resultados ayudan, pero estamos siempre de bromas y de risas, nunca se enfada nadie, nadie es egoísta ni va por libre, y eso es parte muy importante de que se esté teniendo en cuenta al Avilés.

-¿Hay un antes y un después tras el triunfo (0-1) en Mieres?

-Esa victoria nos ha dado un plus de confianza porque íbamos con un poco de miedo y expectantes para ver como respondíamos, era una piedra de toque después de las malas sensaciones de Tuilla, y creo que estuvimos a un buen nivel haciendo nuestro fútbol. Al final en esto cuentan los resultados y los puntos, que son los que te sitúan en la tabla al final del año. Allí dimos un paso más, pero insisto en que queda mucho y aquí en cuanto sacas el pecho enseguida te lo meten, de hecho el domingo podían haber salido mal las cosas ante el Ceares y tirar a la basura lo hecho el domingo anterior.

-¿Qué espera del partido del domingo en Llanes?

-Seguir mejorando como equipo y a ser posible ganar. Ellos también tienen viejos rokeros y es un campo complicado para nosotros porque es pequeño, aunque creemos que va a estar en buen estado. El Llanes quizás no esté teniendo los resultados esperados al principio por la plantilla que tiene, pero sabemos que van a salir muy motivados contra nosotros y va a ser un campo en el que mucha gente va a perder puntos allí. Sería importante sacar este partido para seguir la buena dinámica, para consolidar los dos últimos resultados y porque luego nos llega el Colunga, que también es otro rival que lo está haciendo muy bien.