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Cazorla luce con España

El asturiano abre y cierra la victoria de la selección, que se clasifica para el Europeo del año que viene y pierde por lesión a Silva y a Morata

Cazorla se prepara para golpear el balón en el disparo que supuso el primer gol de España. JAVIER ETXEZARRETA / EFE

España defenderá su título de campeón de Europa el año que viene en Francia. La selección confirmó su presencia en la fase final con una victoria ante Luxemburgo en la que lució el asturiano Santi Cazorla. El jugador del Arsenal abrió y cerró el marcador de un partido sin ninguna historia mas que contabilizar los goles que conseguiría el equipo de Del Bosque.

A España no le hace falta jugar a tope para deshacerse de uno de esos equipos que por mucho que mejoren están todavía a años luz de los grandes del continente. Luxemburgo es todavía del pelotón de cola del concierto europeo y por mucho tiempo. Nada que no fuese sabido pero que de nuevo quedó confirmado ayer.

Los visitantes pueden irse encantado de no haber recibido mas que cuatro goles pero no es tanto mérito suyo como demérito de la Roja, que contemporizó demasiado con un rival que es de esos para hincharse a meterles goles.

Les gusta a los jugadores españoles tocar y tocar. Está en la base de sus éxitos de los últimos tiempos, así que pocas pegas pueden ponerse a ese estilo salvo cuando se convierte en una cuestión de que la posesión es un valor en sí mismo. Ayer fue uno de esos días, con mucho control de balón y poco remate a puerta, hasta el punto de que el portero luxemburgués apenas se vió exigido, lo que no deja de ser llamativo a la vista de la diferencia de calidad entre uno y otro equipo.

Ante un equipo tan cerrado, muy consciente de sus limitaciones, los artilleros españoles brillaron por su desacierto, y sólo cuando el rival ya acusaba el cansancio se pudo ampliar de manera significativa la brecha en el marcador. Alcácer no dejó pasar la oportunidad de seguir ganando opciones para ser algo más que un primer suplente y Santi Cazorla demostró una vez más que es un valor fiable en cualquier circunstancia. Además de los dos goles, otro disparo suyo se fue al larguero. El otro asturiano de la selección, Mata, también cumplió, y eso que estuvo muy desasistido en la banda, empeñados como estaban tantos de sus compañeros en entrar por el centro.

Quien no pasó desapercibido fue Piqué. El defensa del Barcelona fue mucho más silbado que aplaudido, en especial en el primer tiempo y se mantiene por tanto abierta la herida que empezó a manifestarse en un partido en León y siguió por el jugado en Oviedo, a principios del mes pasado, frente a Eslovaquia.

Peor librados salieron de todos modos Silva y Morata. Ambos tuvieron que ser sustituídos en la primera mitad debido a lesión. Según las primeras estimaciones, el centrocampista tiene un esguince de tobillo, después de ser víctima de una dura entrada, mientras bastante peor pinta tiene la dolencia del delantero, que podría sufrir una fractura de peroné, después de caer de mala manera en la disputa por un balón.

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